Opinión

Ejemplo

LA IDEA era tomar unas cervezas parapetados en un frondoso bosque tropical y evitar así la virulencia de un sol que presidía las horas de mediodía. Aquel sábado del mes de junio, nuestra delicada dermis de europeo no estaba preparada para soportartan solo quince minutos de una exposición solar tan elevada. Ingresaba en las comunidades del Bajo Lempa con Mauricio, un buen amigo y fiel escudero. Un resiliente de la historia en El Salvador. Un precoz guerrillero que participó en la insurgencia desde los trece años;su padre le empujaría a combatir contra un ejército que oprimía, sin tregua, a un puebloafanado en luchar contra la pobreza. En el pasado, fueron casi diez años de guerra contra los militares. En el presente,la batalla se centra en liberar a una sociedaddel secuestro de las violentas pandillas denominadas Maras. Y, en ese contexto, él se movía con soltura. En la pecera adecuada.Ofrecía la seguridad casi absoluta. Todo parecía controlado. Llegamos a una pequeña casa de madera en medio de aquel abrigo selvático. Allí, residía una veterana pareja con cicatrices en el alma. Se habían enamorado en el frente. En uno de tantos en los que luchó la guerrilla. Al parecer, la alambrada que cercaba su humilde casa se había utilizado como sistema de transmisiones para la afamada Radio Venceremos: las auténticas voces de la libertad que,a día de hoy, serían un ejemplo exportable a muchos rincones del mundo aplastados, entre otras dictaduras, por el extendido capitalismo.

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