Opinión

Utopía y evolución tecnológica

El paper de Satoshi Nakamoto, que se puede consultar en versión en español en este enlace, representa una inicial exposición, con una cierta aspiración académica, de un protocolo que permite la creación de una moneda o medio de pago, por vía electrónica, “peer to peer”, para articular pagos directos. En cash. Lo mas impactante: sin intermediarios. A través de una cadena de transacciones de las que quedaba -y queda- constancia inmutable en un libro registro distribuido (ledger). Era el bitcoin. Es la criptomoneda. Un primer paso. Y unos primeros tiempos difíciles, porque el impacto real de este medio de pago, no llegó hasta después del año 2011, en que comienza su escalada de valor, con importantes picos que evidencia un grado de volatilidad ciertamente elevado, no totalmente previsto por Satoshi en sus primeros diseños. 

Pero el sistema distribuido ha funcionado. Y su naturaleza de medio de pago, nadie lo puede discutir. Incluso, se podría decir que estamos en presencia de una verdadera moneda, que no es de curso legal, puesto que no se puede imponer como pago obligatorio y liberatorio; pero que configura un sistema alternativo en el marco de la voluntad de las partes que así lo aceptan, mas allá de los sistemas monetarios de los Estatos, liderados por los Bancos Centrales. 

Efectivamente, la virtualidad de Bitcoin, tecnológica, consiste en cimentar la historia de la descentralización en nuestra sociedad; pero la virtualidad filosófica consiste en demostrar que es posible que las cosas funcionen sin terceros de confianza. Y lo consigue, nada mas ni nada menos, que con la moneda. Con ese elemento nuclear de todo Estado, que, amparado en sus autoridades bancarias, intervienen y diseñan la riqueza real de sus ciudadanos; el valor de sus activos. 

Algunos hablan de una utopía tecno-anarquista, que en su versión mas moderada puede albergar argumentos muy cercanos a la ideología liberal, en cuanto se fundamenta en bases que pretenden el empoderamiento del individuo frente a cualquier estructura estatal. Frente a cualquier sistema que dependa de un tercero de confianza que corte el bacalao con la información o con los activos aportados por los propios individuos. 

En definitiva, con perspectiva, se puede decir que Bitcoin lidera un verdadero movimiento en el que las personas, en cuanto miembros del ecosistema, son capaces de autorregular sus transacciones, incluso, arrogándose las funciones tradicionales de los bancos nacionales. Es un punto de inflexión en la historia de la humanidad? Como decimos, uno de los elementos fundamentales del Estado es la creación de moneda. Puede un ecosistema autónomo, con una gobernanza algorítimica, sustituir las dinámicas de poder propias del Estado?

La descentralización implica la creación de un ecosistema -o varios- descentralizados donde ningún intermediario posee la facultad de controlar la cadena de transmisión de valor.  Probablemente, un nuevo orden social basado en la cooperación y el poder distribuido, sobre la base de gobernanzas automatizadas y aceptadas por los actores del ecosistema. Una nueva versión del concepto de democracia?. Bitcoin, es una realidad digital, que no está respaldada por ningún valor subyacente. Su valor lo tiene en sí mismo. En cuanto los actores del ecosistema lo aceptan como medio de pago, y entienden que sus transacciones son seguras.  Estamos en presencia de una realidad digital, o de una digitalización de la realidad? Esta pregunta la podemos realizar en términos empresariales: empresas digitales o digitalización de la empresa?

Comentarios