Opinión

La Legión

DON VALENTÍN Agustí Bassa, es el alcalde socialista de un bonito pueblo de la provincia de Barcelona que se llama Pallafols. El señor Agustí Bassa de quien desconozco su formación profesional comparó, el otro día, en los micrófonos de la radio de su pueblo a la Legión española con los nazis. Nada más y nada menos. Y se quedó tan fresco. A don Valentín le molesto sobremanera que la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios honrara al Cristo de la Buena Muerte y desfilase con gran éxito de público en la villa de Hospitalet, como lo viene haciendo tradicionalmente a petición de los feligreses y pese a las tozudas amenazas y prohibiciones del alcalde de la ciudad que no surtieron efecto alguno. Asustado por el éxito procesional legionario y teniendo noticia de que los del Tercio también habían sido invitados a desfilar en Pallafols por la Cofradía del barrio de San Luis, el señor Agustí Bassa, se puso nerviosísimo y trato de impedir por todos los medios que se celebrase la procesión. Para ello no dudo en acudir a un cura trabucaire y separatista como él que es, pásmense, obispo de Gerona. Su excelencia reverendísima, don Francisco Pardo y Artigas, pastor de la Iglesia, siguiendo la doctrina cristiana y la súplica municipal, dio orden inmediata de que no se abriera la parroquia que, al día siguiente, amaneció con pintadas tales como "“Ni Dios, ni rey, ni patria"” y “"Fuera fascistas"”. Se convocó, incluso, una manifestación que congrego a menos de cincuenta personas. Un fracaso. Y, claro, está, salió la procesión con los legionarios entre el fervor popular. A don Valentín Agustí tuvieron que darle sus asesores media docena de tilas. Su excelencia reverendísima, monseñor Pardo, en cambio, no tomo tila alguna sino que se metió entre pecho y espalda, según dicen las malas lenguas, y para celebrar la Pascua una palangana de callos, una fuente de escudella de Pagés, media docena de butifarras y un par de raciones de paltruc; terminando su excelencia con una sopa de farigola. De postre, un queso del Alto Urgel y una docena de “susos” con crema, copa y café con sacarina. Y, después, monseñor durmió la siesta. Y es que ya se sabe que en la Iglesia Católica, se toman las cosas con tiempo y con mucha calma. El alcalde, de la tila se fue a la radio y dijo que la presencia de los legionarios era "“como ver gente disfrazada de nazis por las calles de Alemania"”. Un ignorante más, este señor, en la extensa nómina de analfabetos que puebla la política española y que desconoce que la Legión, en sus muchos años de historia ha pasado por numerosas acciones de guerra, dando siempre un extraordinario ejemplo de sacrificio, entrega y lealtad a España en todos sus hombres. Es un cuerpo de elite único en el mundo y el más querido por el pueblo español que le admira extraordinariamente. Son 9.722 legionarios muertos en combate, algunos de ellos en misiones internacionales defendiendo a los más pobres, con más de 35.000 heridos en acciones de guerra; veintidós Laureadas individuales, siete colectivas y 211 medallas individuales. Una unidad que ha sido siempre ejemplo de valentía, entrega y sacrificio por los demás a cambio de nada. No son nazis ni fascistas, señor Agustí. Son soldados de España.

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