Opinión

Carmenadas

YA TIENE doña Manuela Carmena su lista de condenados a la expulsión del callejero madrileño. La denominada cátedra, o lo que sea, de Memoria Histórica de la Universidad Complutense, cuya directora es doña Mirta Núñez Díaz-Balart, ha terminado el trabajo y se lo ha entregado a la alcaldesa de Madrid por la gracia de Pedro Sánchez. El encargo, claro está, es remunerado, y doña Mirta y demás comisarios políticos que la acompañan se han metido en el bolsillo 21.778,79 euros de vellón, que hemos pagado todos los españoles. Y es que estos millonarios de la izquierda progrepija celtibérica, todavía anclados en la guerra civil de 1936, quieren mucho al pueblo y son muy solidarios y muy progresistas pero, amigo, al final «a vaquiña polo que vale” y todo por la pasta. En la lista de condenados de Mirta y Carmena hay de todo: militares con graduación y sin ella, toreros, escritores, pintores, constructores, médicos y cirujanos, políticos, algunos muertos antes de la guerra, músicos, empresarios, inventores, periodistas y hasta un futbolista que fue luego entrenador y más tarde presidente del Real Madrid. En el sesudo informe de la famosa cátedra se propone a la señora alcaldesa de la capital de España la eliminación del callejero de todos los militares franquistas que intervinieron en la guerra civil y, también, el nombre de un número de ciudadanos que doña Mirta y su equipo han señalado con el dedo y que han dejado perplejos a la inmensa mayoría de españoles, porque no tuvieron, que se sepa, participación alguna en la sublevación militar de Franco que estalló en julio de 1936. El genial Salvador Dalí, por ejemplo, no pasó de las Canarias a la península con las tropas moras. En aquel año paseaba por Nueva York y daba conferencias sobre el surrealismo en la ciudad de Londres. Enrique de la Mata Gorostizaga, registrador de la propiedad y presidente de la Liga Internacional de las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, tenía tres años en 1936, así que difícilmente se hubiera levantado en armas desde la cuna contra el gobierno republicano. Vizcaíno Casas fue un magnífico abogado laboralista, un magnífico escritor y un cachondo mental que nunca hizo daño a nadie y que en 1936 contaba con diez años de edad. Y así podemos mencionar, también, al torero Manolete, a don Santiago Bernabéu, a Calvo Sotelo, muerto antes de que comenzase la guerra; a Juan de la Cierva, inventor del autogiro, Juan Ignacio Luca de Tena, director de ABC, Eugenio D’Ors, Pedro Muñoz Seca, Manuel Machado, Miguel Mihura, Cesar González Ruano, Joaquín Turina, Peman, Josep Pla y hasta nuestro paisano Álvaro Cunqueiro un escritor excepcional de riquísimo y colosal léxico. Pues todos se quedaran sin calle. Y se preguntaran ustedes ¿quiénes son Manuela Carmena, Mirta Núñez, Ada Colau y el Kichi al lado de Salvador Dalí, Cunqueiro, Machado, De la Cierva o Santiago Bernabéu? Buena pregunta. Sí, sí. Magnífica pregunta.

Comentarios