Opinión

Sin red

A ONCE jornadas del final de la competición y en puestos de descenso, la destitución de Natxo Lezkano es un salto sin red. Mantener al técnico hubiera sido un brindis al sol, sobre todo después de la sonrojante derrota en San Sebastián. Un cambio a veces es necesario para revitalizar a un grupo humano que no cree en sí mismo, otras sin embargo solo aprieta más la soga. El nuevo entrenador celeste se encontrará un vestuario ‘lezkanista’, poco tiempo para arreglar el desaguisado y una ciudad ansiosa. Mucha suerte.

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