Opinión

Tecnologizar para competir

LA PRIMERA pregunta que se nos viene a la cabeza después de leer el titular es qué significa tecnologizar, y no es otra cosa que la "acción de aplicar la tecnología".  Este palabro, para los que estamos en este apasionante mundo y especialmente para los que nos dedicamos a aplicar la tecnología, tiene una enorme carga de significado. Aunque el término todavía no esté aceptado por la Real Academia Galega, más pronto que tarde lo estará. 

Tecnologizar, más que definir un estado o una acción, para mí es el compromiso de dotar a nuestro entorno de todos los frutos y resultados de la ciencia en beneficio del ser humano.

Tecnologizar en ningún caso es una opción, sino que es una necesidad que se manifiesta tanto en el ámbito personal como –y muy especialmente– en el ámbito empresarial. En toda mi carrera como empresario, tecnologizar ha sido el denominador común sobre el que ha girado mi actividad profesional. He visto nacer, crecer, reproducirse y morir empresas; y la tecnología ha estado detrás de todos y cada uno de esos procesos. 

Cuando analizamos el éxito o el fracaso de las empresas, la tecnología, en la mayor parte de los casos, ha tenido un papel protagonista en la película de su desarrollo económico.

Teniendo claro que la tecnología es la ciencia aplicada a las necesidades de la personas y sabiendo que las personas son el cimiento de las empresas, no podemos tener una sociedad competitiva sin empresas competitivas, pero también necesitamos personas competitivas y competentes para formar parte de las empresas.

Esto parece tan obvio que si hiciéramos una encuesta, casi todo el mundo estaría de acuerdo. Pero la tecnologización no es una cosa sencilla, ya que gran parte de los empresarios de nuestro entorno ven la tecnología como un gasto en vez de contemplarla como una herramienta básica de competitividad, como una inversión para el futuro de la compañía.

Esto no quiere decir que no haya empresas que hayan dado el paso hacia la transformación digital, empresas que en algunos casos lideran sus sectores a nivel internacional, pero lo más preocupante de esto es que una gran parte de ellas aún no lo ha hecho, y otra parte ni siquiera lo contempla en el corto plazo.

Tenemos que asumir que ya no vivimos una época de cambios, sino que estamos en pleno cambio de época, donde una vez más el manejo de los tiempos es fundamental. Los tiempos de ahora no se parecen ni de lejos a los de hace dos décadas, ya que el desarrollo y crecimiento de la ciencia aplicada a la empresa ya es exponencial y lo seguirá siendo con el paso de los años.

ELEMENTO DIFERENCIADOR. En este 2019 los tambores suenan como mínimo a desaceleración, vienen unos tiempos donde la clave será hacer más con menos recursos y apuesto a que una vez más, lo que va marcar la diferencia será nuestra capacidad de entender que es obligatorio mejorar nuestros procesos productivos manteniendo la calidad y reduciendo los costes. Es tiempo de tecnologizarse o morir. 

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