Blackberry y BQ, ¿por qué no triunfaron?

COMO HEMOS comentado en otras ocasiones, el éxito llega sin avisar. Una casualidad puede traer el éxito. Una amplia experiencia no te dará el éxito. Nos acercamos a los casos de Blackberry y BQ para explicar por qué dos empresas con amplias posibilidades para triunfar quedaron, sin embargo, a las puertas del éxito.

Dejar el pasado atrás

En 1999, la compañía Blackberry acercó el teclado Qwerty por primera vez a los teléfonos inteligentes. Este hecho supuso una revolución para el mercado de la telefonía móvil, ya que se impulsaba un sistema de mensajería propio y el acceso al correo desde cualquier terminal. Durante varios años, tener un Blackberry, con sus pequeñas teclas, era estar a la moda. Sin embargo, este furor acabó cuando la firma canadiense se empeñó en preservar su característico teclado por encima de las pantallas táctiles. Exactamente igual que le pasó, como ya vimos en artículos anteriores, a Nokia y a Motorola.

Al no comprender la demanda del usuario por lo táctil, Blackberry vio un descenso abrupto en sus ventas. Los distintos dispositivos que sacó al mercado tuvieron dificultades para sobrevivir en un momento de gran competencia y de constante apuesta por la calidad de la red, algo que no garantizaba Blackberry.

Salir al extranjero no es fácil

Hablamos siempre de China y Estados Unidos cuando pensamos en gigantes de la tecnología. Sus dispositivos dominan el mercado internacional y presentar alternativas que puedan triunfar puede resultar complicado. La tecnología de la española BQ es un ejemplo de cómo una fortaleza técnica importante no llega al podio cuando se sale al extranjero.

BQ pasó de ser en 2017 el primero de los últimos al último de los primeros. Esta marca de telefonía fue muy popular entre los años 2010 y 2017. Eran el tercer fabricante con mayor cuota de mercado en España, del 10,3%. Su éxito se debía a que ofrecía móviles 100% españoles, con una tecnología nacional que hacía sentirse a los usuarios más protegidos, ya que sus datos personales y archivos no recaían en el continente asiático o en EE.UU.

Ocurrió entonces que el mercado español se quedaba pequeño para BQ. Un espacio tecnológico limitado y una competencia que llegó con fuerza (el caso de Huawei y Xiaomi) fueron los principales motivos de su caída libre. Optaron entonces por invertir en el marketing para intentar que la tecnología que habían desarrollado no quedase en el olvido. Finalmente, las escasas posibilidades de competir en precios, les llevó al límite y su tecnología fue comprada por el gigante asiático.

Enfrentar la competencia

Competir es muy difícil. Competir en diferenciación puede ser posible. Ahora bien, cuando se trata de competir en volumen, la cosa adquiere un cariz muy diferente. Aquí las economías de escala lo son todo, y para que estas se produzcan, tiene que haber detrás muchas ventas en un mercado que las soporte. En definitiva, esta es la casuística acaecida con BQ, por otro lado bastante triste ya que era una empresa española, y no abundan.

El caso de Blackberry es completamente distinto y está basado en el efecto Sméagol (también llamado efecto Gollum). Ellos tenían su tesoro al cual idolatraban, y no supieron leer —utilizando términos futboleros— las necesidades de los consumidores, y por ende las del mercado.

Desde la historia de los tiempos, estos son hechos que han ocurrido, ocurren y ocurrirán. Solohay que tener la capacidad de preverlo.