Opinión

Portomeñe y su 'Brianda de Moás'

Brianda de Moás es el título de la primera novela de Víctor Manuel Vázquez Portomeñe, que editada por Hércules de Ediciones nos acerca una historia ambientada en la Galicia medieval. Tomó cuerpo durante la pandemia, cuando el autor fue madurando sus recuerdos de infancia, ideas, sonidos, olores y sentimientos que juntos fueron poco a poco tomando forma. Diríase que este quiso compartir sus días de aislamiento con los personajes de la novela, para conocerlos lo suficiente y poder narrar sus vidas, sentimientos y hazañas como si él mismo las estuviese viviendo en primera persona. Con todo, diseñó un esqueleto, una estructura peculiar que confiere a la obra una notable singularidad, que en mi opinión es uno de los valores de la misma.

Si como decía Cervantes, "la pluma es la herramienta por la que escapa el alma", es evidente que en esta obra se encuentra mucho de su autor y del amor que profesa por sus orígenes y la tierra de su infancia. La obra nos traslada a Taboada, Chantada, Portomarín, al Samos de la época, al Monte Faro (lugar de romerías milenarias), o al Val do Mao, que en la entrada de la sierra de O Courel, rodeado de montañas, cuenta con unas panorámicas espectaculares que en otro tiempo fueron testigo de batallas hoy olvidadas.

Podríamos hablar de una novela dentro de otra novela, una historia dentro de otra, varias vidas en una sola. Los personajes se entrecruzan retroalimentándose de tal manera que se confiere a todo el conjunto una frescura y espontaneidad que permiten al lector el cambio constante de registro. Ese cambio necesario para convertir la lectura en un placer, en el que no hay lugar para el cansancio, sino el quiero más al final de cada capítulo.

Tenemos historia, tenemos la belleza del lenguaje y tenemos mucho corazón, y con ello la combinación perfecta para conseguir lo que esperamos al abordar la lectura de una novela: simple y llanamente que nos entretenga, que nos mantenga enganchados y que nos produzca emociones, sean estas del tipo que sean.

Como decía Tocqueville, "la historia es una galería de cuadros donde hay pocos originales y muchas copias", pero esto no es el caso, ya que estamos ante una novela histórica original que transcurre entre la segunda mitad del siglo VIII y la primera del siglo IX en Santa María de Piñeira, en Taboada (Lugo), a la que el autor llama en la novela Santa María de Moás. En esta parroquia existió una casona rica en tierras y en vasallos y su señora (personaje de Brianda de Moás) es la protagonista de la historia que nos narra aventuras, batallas, amores y acontecimientos históricos que se suceden de manera precisa, extensa y documentada.

Quien conozca al autor sabrá que es un verdadero cronista de vocación, que ha hecho de contar historias una afición al margen de su profesión. De ahí que con una mezcla entre lo real y lo imaginario, la crónica y la anécdota, compone una obra que conecta con la propia esencia de Galicia, con su cultura, sus prados y bosques, sus sentimientos, sus ríos, sus fuentes y montes que conforman y dan aliento a la orografía de esta tierra.

Para terminar, invito a todos a coger a este pequeño recién nacido, a ponerlo en su regazo, acariciar lentamente sus páginas y sumergirse en la profundidad de su mirada. La novela a cambio les regalará, como suelen hacer los bebés, la mejor y más tierna de sus sonrisas, y con ella un trocito de alma de su autor.

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