Opinión

Isabel la Católica

GILES TREMLETTES, un periodista y escritor inglés apasionado de España y de su historia, ¡un hobby muy british por cierto!, que llegó a España en 1992 atraído por los Juegos Olímpicos y que se quedó a vivir en Madrid, acaba de publicar la obra 'Isabel la Católica: la primera gran reina de Europa' (Debate, 2017), con la que pretende reivindicar la figura de una de las grandes reinas europeas.

Mujer de carácter, que no estaba destinada a ocupar el trono, pero cuya determinación le permitió conquistarlo, y demostrar la tenacidad y visión necesaria para apostar por los proyectos de Cristóbal Colón, a pesar de las opiniones adversas de la Corte, a culminar la Reconquista y lograr la unificación de España. 

Para algunos historiadores inicia el “atlantismo”, porque hay que tener en cuenta que en los años en los que está en el trono, los turcos toman Constantinopla, avanzan por el viejo continente y Europa en decadencia pierde la influencia de épocas anteriores. Entonces, el poder cambia, pasa al Atlántico, y países como España, Portugal e Inglaterra adquieren una gran influencia.  Asimismo, algunos han llegado a definirla como la “Dama de Hierro del siglo XV”, no en vano comparte con Margaret Thatcher que ambas eran todo un carácter, y que ejercían el poder sin complejos, imponiéndose a los hombres que las rodeaban. 

Cabe también destacar de Isabel el uso que hizo de los símbolos y cómo los empleó como arma propagandística para transformar la frágil nación que había heredado en la monarquía más ambiciosa y con mayor trascendencia del viejo continente.

Adquirió, y puso en ejercicio, una importante formación humanista de carácter cristiano, proponiéndose demostrar que la mujer de su tiempo estaba capacitada para entrar con todo derecho en los campos cultural, científico, docente, etc. sin tener que renunciar a su feminidad. Se anticipó en su siglo a las reivindicaciones de que el ejercicio del poder fuese algo exclusivo de hombres. Eso le llevó durante su reinado a ser una defensora y protectora decidida de la educación de las mujeres, contando entre sus asesoras más cercanas a Beatriz Galindo, “la Latina”, una de las personas más relevantes del momento. Asimismo creó una escuela, gracias a lo cual algunas lograron incluso impartir clase en la Universidad.

En su faceta de reina, asumió las cualidades que el movimiento renacentista asignaba al representante del Estado y que, como nos enumeraba Maquiavelo, eran: piedad, lealtad, integridad, compasión, religiosidad, laboriosidad, magnanimidad, valor, gravedad, fuerza de voluntad, etc. 

Isabel la Católica es uno de esos personajes históricos multifacéticos con luces y sombras, que ha sido muy manipulado y cuestionado, que a pesar de ser una figura clave, sus decisiones cambiaron España y el mundo, arrastra una doble leyenda negra. Por un lado, está la expulsión de los judíos y la creación de la Inquisición, y, por otro, la de haber sido una de las mujeres del pasado que el franquismo manipuló. 
    
Lo curioso es que están siendo algunos libros de hispanistas extranjeros y una serie de televisión (¡por cierto muy buena!) los que ha reivindicado y puesto en valor su figura. ¡Y todavía hay quien piensa que de la televisión no sale nada bueno!

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