Opinión

Por qué no soy progresista

BERTRAND RUSSELL escribió un célebre ensayo titulado Por qué no soy cristiano, como si eso nos importase. Yo, a la fuerza más modesto, escribo este artículo titulado Por qué no soy progresista, como si eso les importase. Aun dando por sentado que no les importa, yo cumplo con mi tarea semanal y ustedes síganme leyendo o pasen a otra cosa.

En primer lugar, una aclaración terminológica o conceptual. Ser progresista, por lo menos aquí, es sinónimo de ser de izquierdas, lo cual manda carallo y es una muestra más de que la izquierda se ha apoderado del lenguaje, del discurso, y da sopas con honda a la derecha en eso. Mira tú que no hay ejemplos de gente de izquierdas que ha hecho de todo menos colaborar a que su país y la humanidad progresasen. Gente de izquierdas reaccionaria, en el peor sentido de la palabra, hasta la médula y que ha supuesto un lastre para todo progreso. Sobran ejemplos históricos próximos e incluso actuales y yo podría añadir, si la discreción no me lo impidiese, varios ejemplos de conocidos de izquierdas incluso más carcas que yo, mucho más. No soy de izquierdas, ergo, no soy, no puedo ser progresista, según ellos.

Progresistas son Pedro Sánchez, Pablo Iglesias o Rufián, por poner destacados ejemplos de esa especie. Y como progresistas, el primero ha llegado a presidente del Gobierno, el segundo a vicepresidente y el tercero a político influyente e ilustre parlamentario, que manda carallo. Lo de mandacarallo me temo que se repita más veces, pero no puedo evitarlo al hablar de estas cosas y de este panorama. Pues si esos tres son progresistas, ¿cómo voy a serlo yo, que estoy en las antípodas de su fondo y de su forma? Y me acabo de dar cuenta de que en la tripleta de ejemplos citada no hay ninguna mujer, lo cual es imperdonable y absolutamente injusto, pues hay bastantes que lo merecerían sobradamente. ¿Seré incluso machista por no ser progresista? Seguro.

Otra cosa que me aleja delos que se tienen por progresistas(o sea, de izquierdas) es su simplona seguridad de que, por ese hecho, tienen ya cierto grado de superioridad ética y de razonamiento frente a los que no lo son. ¡Manda carallo, por tercera vez! Este complejo, que demuestra lo contrario delo que se imagina, convierte a muchos progresistas en sectarios y casi en supremacistas, palabra está que les gusta mucho para aplicársela a los demás. Fuera de la secta progresista no puede estar la verdad y el pertenecer a la secta da cierta supremacía de juicio y mucha seguridad en uno mismo. Decía Ortega (y Gasset, no Cano) que "las ideas se tienen,en las creencias se está".

Y los progresistas están muy satisfechos en sus creencias, que no ideas, progresista. Y para terminar, no me resisto:¡Manda carallo!

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