Opinión

Polvo

HACE UNOS días se produjo una conjunción que no debe quedar sin glosa. Por un lado fue 14 de febrero, día de San Valentín o de los Enamorados. Pero también fue Miércoles de Ceniza. ¡Vaya con la coincidencia! En la misma fecha, la celebración del amor humano, ese momento del enamoramiento que parece eterno, y el recuerdo de que todo esto que tanto gozamos es efímero y va a quedar reducido a ceniza. ¿Sería posible conmemorar cabalmente ambas cosas en una sola jornada? Quizá sí, acudiendo a Quevedo y a los dos versos que cierran su soneto ‘Amor constante más allá de la muerte’: serán ceniza, mas tendrán sentido; / polvo serán, mas polvo enamorado'.

Comentarios