Opinión

Perdón

EN ESPAÑA quizá empezó con la exigencia de que los terroristas etarras pidiesen perdón a las víctimas. Pero algo tan legítimo y en principio positivo, por su abuso se ha convertido en una especie de tic y, en el fondo, en una muestra del reblandecimiento mental colectivo que es signo de estos tiempos. Estamos hablando de la exigencia continua de que se pida perdón públicamente por cualquier error o conducta que se tiene por lesiva. Perdón por cosas del presente o del pasado, perdón por lo que uno hizo o dejó de hacer y por lo que hicieron los que se tienen por suyos. Perdón por lo actual y por lo de hace años o siglos. Así que, por supuesto y de antemano, perdón por esta columnita.

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