Opinión

Parejas

PERÓN Y, primero, Evita y, después, María Estela. También en Argentina —lo que se hereda no se compra— Néstor y Cristina Kirchner. En Nicaragua, el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo. En Azerbaiyán, lo mismo: el presidente y la vicepresidenta, casualmente su esposa. Como se puede ver en estos ejemplos, la política internacional más selecta es dirigida por parejas sentimentales en países punteros, modélicos y de acendrada e indiscutible tradición democrática. Pues ahora y aquí, Pablo Iglesias e Irene Montero al mando de Podemos. Menos mal que no fue así en el caso de Aznar y Ana Botella: se hubiese armado tal protesta que España ya no existiría.

Comentarios