Opinión

Mordaza

AQUÍ, EN Lugo. Se redacta una ordenanza municipal que recoge unas elementales normas de educación y civismo. Partidos y colectivos de izquierda la bautizan como ‘ordenanza mordaza’ (por decir barbaridades que no quede) y se oponen a su puesta en práctica. La alcaldesa socialista y los suyos, que deben sus puestos al apoyo de tales partidos progresistas (progresistas, manda carallo), retiran la ordenanza. Así, por poner sólo unos ejemplos de lo que se intentaba regular, los gorrillas podrán seguir
actuando a su libre albedrío y gusto, las prostitutas idem y se podrá mear y follar en la calle (esto último dentro de un coche, por razones de confortabilidad). ¡Qué degradación!

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