Opinión

Literatura italiana del XIV: Dante

EL TRECENTO, el siglo XIV italiano, es una época de oro para la literatura, pues en él se dan cita Dante, Petrarca y Boccaccio. Un hecho sorprendente, porque el italiano literario, más tardío que otras lenguas romances, estaba casi dando sus primeros pasos.

Si Shakespeare es el escritor emblemático de la literatura inglesa, Cervantes y El Quijote de la española o Molière de la francesa, en la literatura italiana ese puesto de honor es para Dante y su Divina comedia originariamente titulada sólo Comedia, añadiéndosele lo de Divina dos siglos más tarde, en el XVI.

Dante Alighieri nació en Florencia, ciudad que empezaba su rutilante supremacía cultural, en 1265. De sólida y temprana formación intelectual, participó en las luchas entre güelfos partidarios del papa) y gibelinos (partidarios del emperador). Se integró en el ala moderada de los primeros o güelfos blancos, lo que, tras el triunfo de los radicales o güelfos negros, le acarreó el destierro de Florencia, a la que ya no pudo volver. Murió en 1321.

En la Vita nuova Dante poetiza momentos de su juventud, especialmente su enamoramientote de Beatriz, apenas una adolescente, que moriría pronto pero que inspiraría toda su obra. Siguiendo las pautas del llamado dolce stil nuovo, sucesor del ‘amor cortés’ provenzal, la amada platónica acaba convirtiéndose en un ser angelical, casi una parte de la divinidad.

"Del camino a mitad de nuestra vida / encontréme por una selva oscura / que de derecha senda era perdida». Así empieza la Divina comedia, un colosal poema alegórico en tercetos de endecasílabos. El autor, perdido en una selva (la vida) y amenazado por monstruosas fieras (los pecados) es salvado por el poeta romano Virgilio, que lo lleva a visitar el Infierno ("abandonad toda esperanza quienes aquí entráis") y el Purgatorio, dos de las tres partes de que consta la obra. En la tercera, el Paraíso, Virgilio no puede guiarlo por haber sido pagano, y lo sustituye una divinizada Beatriz, hasta llegar a la contemplación del Misterio de la Santísima Trinidad.

La obra, de una férrea estructura tripartita en honor de la Trinidad, es de enorme fuerza expresiva, especialmente en su caminar por los distintos círculos infernales, en los cuales Dante coloca a varios de sus enemigos personales, amén de otros personajes. Las crueles e imaginativas torturas a que son sometidos los condenados fueron fuente de inspiración de muchas obras artísticas posteriores. Aparte de su valor literario, la Divina comedia muestra la completísima formación teológica, escolástica del autor. Una de las grandes obras de la literatura universal.

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