EN EL ÚLTIMO cuarto del siglo XVIII y en la primera parte del XIX se encuentran en el precioso distrito de los Lagos, en el noroeste de Inglaterra, unos poetas, entre los que destacan Wordsworth y Coleridge. Son conocidos con el nombre de lakistas, por la región en la que viven o frecuentan y que reflejan, sobre todo Wordsworth, en muchos poemas. Son los primeros románticos, más bien prerrománticos, de la lírica inglesa, aún sin la desmesura y el desbordamiento de, por ejemplo, Byron.
De personalidades muy distintas, William Wordsworth (1770- 1850) y Samuel Taylor Coleridg (1772-1834) fueron muy amigos, se relacionaron asiduamente y escribieron en colaboración Baladas líricas, un libro que renueva el lenguaje poético inglés. También hay que decir que tanto Wordsworth como Coleridge teorizaron sobre la creación poética con innovadoras aportaciones.
Wordsworth, gran paseante y conocedor de la naturaleza, dedica muchas de sus composiciones a esa temática. Dos de las más destacadas son las de los narcisos o dafodelos y la del cuco. Ésta última empieza: "¡Oh, alegre recién llegado! Te oí, / te escucho y me alborozo. / ¡Oh, cuco! ¿Debo llamarte pájaro / o sólo voz errante?". Dorothy, hermana y colaboradora del poeta, es autora de unos deliciosos Diarios en los que habla de su vida cotidiana y de sus observaciones campestres junto a William, con el que vivió casi siempre.
Coleridge tuvo una salud delicada y, para mitigar los dolores, se hizo adicto al láudano. Quizá algunos de sus poemas de tono alucinado y fantasmagórico fueron escritos bajo la influencia de ciertas drogas. Es magnífica la Balada del viejo marinero, en la que el asesinato de un majestuoso albatros acarrea nefastas consecuencias.
Jane Austen (1775-1817) es contemporánea de los lakistas, pero sin nada que ver con ellos ni en su sencilla y retirada vida ni en su obra, formada por un puñado de novelas, casi todas llevadas al cine con singular acierto y gran éxito. Estas novelas se centran en el mundo femenino de la burguesía media rural, con una protagonista que destaca por su personalidad e inteligencia, aunque la principal preocupación es el necesario dinero y el matrimonio. Al respecto, es muy revelador el comienzo de Orgullo y prejuicio: "Es una verdad, reconocida por todo el mundo, que un hombre soltero dueño de una gran fortuna ha de sentir algún día la necesidad de casarse". Sentido y sensibilidad y Enma son otros dos conocidos títulos, también en sus versiones cinematográficas. Siempre es un placer entrar en el mundo de Jane Austen, aparentemente sencillo y doméstico, ajeno a estridencias y dramatismos, tratado con sutil ironía y suave sentimiento. Es curioso que, desde un punto de vista feminista, las protagonistas de Austen tienen un carácter ambivalente.
