Nueva y grave invasión de Galicia y, más concretamente, de la provincia de Lugo. A la desbocada y dañina invasión de eucaliptos se suma, se está sumando, la abusiva de los parques eólicos. Entre la una y la otra, nuestro paisaje, nuestra tierra va cambiando su faz y se sigue degradando. Conviene decir que Lugo ya está en cabeza de la producción de energía eólica y debe frenar la instalación de más parques eólicos o, en todo caso, planificarlos con moderación y con un respeto exquisito para el paisaje, para el territorio, cosa que hasta ahora no se hace. La creación de setenta nuevos parques, como se pretende, es una barbaridad. La eólica es, en términos generales, una energía limpia, pero su abuso es sucio, muy sucio.
