Opinión

Homenaje

EN UN lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor». Y de las inacabables llanuras manchegas, plenas de sol, al brumoso castillo danés de Elsinor. «¡Ser o no ser: he aquí el problema! ¿Qué es más elevado para el espíritu, sufrir los golpes y dardos de la insultante Fortuna o tomar las armas contra un piélago de calamidades y, haciéndoles frente, acabar con ellas? ¡Morir… dormir, no más!». Hay que insistir: el sábado fue el cuatrocientos aniversario de la muerte de los dos más grandes escritores que en el mundo han sido, Cervantes y Shakespeare.

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