Opinión

Guerra

Imaginemos que España entra en guerra. Recordando a Gila, una guerra de hacer ¡pum!, de ejércitos y batallas. El enemigo nos da una paliza porque, en vez de un mando único que dirija las operaciones, el máximo responsable delega en los jefes de autonomías para que cada uno plantee la guerra a su manera. Una irresponsabilidad, un disparate que garantiza el desastre. Pues España está en guerra contra el coronavirus, un enemigo que nos está masacrando. Por muy transferida que esté la sanidad a las autonomías, el covid-19 no solo es un problema sanitario, es una emergencia nacional, por lo que el presidente de la nación es el máximo responsable, sin delegación posible. Y Sánchez disimulando, sin dar la cara.

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