Opinión

Farsa

NO HACE FALTA ser muy listo para sospechar que las vueltas de Sánchez buscando apoyos para su investidura tienen mucho de farsa. De farsa y de cara. Porque, por ejemplo, hace falta cara para pedir la abstención del PP después del "no es no" y de haberlo desalojado del poder, pese a tener la mitad de diputados, con el apoyo de la extrema izquierda y de los independentistas catalanes. Que, acabada la susodicha farsa, serán los mismos que lo invistan, como todos ellos saben y los demás debieran saber. Los pagos por esos apoyos irán llegando lo más disimuladamente posible. Y, visto lo visto antes, ver ahora a Sánchez dándoselas de ecuánime hombre de Estado es mucho.

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