Opinión

Cazadores con patente de corso

QUE LA XUNTA está entregada al lobby de los cazadores es evidente desde hace tiempo, supongo que por estrategia electoral, aunque a lo peor también por afinidad y sensibilidad o, mejor dicho, por insensibilidad. En todo caso, es una estrategia de cortos vuelos y que se vuelve y, sobre todo, volverá en su contra, pues cada vez son más las personas que rechazan la actividad cinegética por razones éticas, ya no solo ecológicas. Personas de derechas, de izquierdas, de centro, o apolíticas, pero sobre todo jóvenes, que nunca votarán a quienes se pongan al lado de los que practican una afición que se basa en el acoso, dolor y muerte de seres inocentes y con el mismo derecho a la vida que sus cazadores. Por temas como este y algún otro de cambio de mentalidad social, la derecha política, el PP, no prende entre los nuevos votantes que, por pura ley de vida, serán cada vez más. Háganselo mirar, si quieren tener o seguir teniendo éxito electoral.

Una clamorosa muestra de esa entrega del Gobierno gallego a los cazadores es el reciente permiso que se ha dado a sus cuadrillas para que hagan batidas contra los jabalíes y contra los lobos por toda Galicia, sin restricciones geográficas, cuando media población está sujeta a confinamientos perimetrales en sus concellos. También pueden reunirse en un buen grupo, siempre que vayan armados y para cazar, cosa que no estaría permitida si no fuese para tan rechazable deporte. Las medidas anticovid que obligan al pacífico paseante no rezan para estos aguerridos cazadores, que son tratados como si fuesen un servicio esencial a la comunidad, tal como ellos mismos dicen ser, por decir que no quede.

Lo de meter al lobo como objetivo de estas cacerías es doblemente escandaloso. Mira que se ha venido luchando en defensa de tan mítico animal. Mira que parecía que se había conseguido bastante en este sentido. Pues ahora llega la Xunta y lo pone como una de las piezas a cobrar de tan excepcionales, privilegiadas y rechazables batidas en tiempos de pandemia. ¡Menuda exhibición de atraso! Con estas medidas justifican los ¿responsables? del Gobierno gallego cualquier acusación que se les pueda hacer de reaccionarios, aunque también es cierto que los partidos ¿progresistas? de la oposición nada o poco dicen al respecto. Porque el tema de la caza no es cuestión de ideología política, sino de ética, de sensibilidad y empatía hacia los otros animales.

Llevo, como la mayoría de la gente, bastante mal las restricciones para luchar contra el covid. Me fastidian, me frustran, me deprimen. Pero las acepto, porque espero que así sea mejor para todos, empezando por mí. Pero ahora me joderán aun mucho más, cuando piense que hay enchufados que se las pueden saltar a la torera para divertirse matando animales. Era lo que faltaba.

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