SÁNCHEZ ES un caso digno de estudio para los expertos, esos expertos que hoy se sacan para hablar de cualquier asunto, cuando antes bastaba con el sentido común, cierto es que el menos común de los sentidos.
Claro que hay expertos para todo, y cada uno escoge el que más le conviene para su ideología y para sus fines. Pero volviendo a Sánchez, ¿qué clase de presidente es el que se esconde ante los problemas y, cuando ya no le queda más remedio que dar la cara, dice una cosa y al día siguiente la contraria, sin ponerse colorado ni nada? Lo último: primero que no mandará armas a Ucrania y, tras enterarse de que la Otan lo señala por su inhibición, decide mandarlas. A él qué más le da, sólo le importa su conveniencia personal.
