Un mal Gobierno que saca una buena ley. Más que buena, necesaria. Necesaria, porque ahorrará sufrimiento a miles de seres y porque a algunos ya nos irá dando menos vergüenza reconocernos como hombres. La ley de bienestar animal, con sus lagunas y pese a estar sólo orientada a los animales de compañía, supone un avance importantísimo y. éste sí, progresista. Queda muchísimo por hacer, como esas siniestras naves donde se hacinan de por vida pollos, ceros, visones o el maltrato y la matanza de animales por diversión (toros, caza). A ver si nos enteramos de que animales (prójimo, entonces) somos todos, menos los minerales, los vegetales y los hongos. Pero animal en sentido peyorativo, solo lo es el ser humano.
