Opinión

Una carta a tiempo

Como todos los años por estas fechas los móviles no dejan de recibir felicitaciones en forma de vídeos o montajes fotográficos con gran variedad de ingenio. De todos los recibidos, seguramente los mismos que les han llegado a ustedes, uno ha merecido el premio a mi atención. En el vídeo se pone en clara evidencia las grandes diferencias entre los regalos que los niños y jóvenes de hoy en día piden en sus cartas a los Reyes Magos y los sueños y deseos que tenían sus abuelos y mayores por estas mismas fechas cuando tenían sus edades.

Los primeros leen sus cartas llenas de peticiones de aplicaciones informáticas, accesorios para sus móviles, consolas y un largo etcétera en esa línea. Mientras, los mayores que vivieron épocas muy difíciles y de precariedades, recuerdan emocionados como siempre pedían la muñeca o el balón de sus sueños que nunca recibían, y ahora sus deseos para esta ocasión son de pedir salud para todos, acabar con el hambre, o de trabajo para quien lo necesita.

Preguntados los jóvenes por las diferencias que apreciaban entra sus cartas y las de sus mayores, una niña las resume muy acertadamente cuando apunta que mientras ellos piden cosas pensando solo en lo que les gustan a ellos, los mayores solamente piden cosas para los demás. Al final del vídeo los mayores reciben entre lágrimas unos regalos: la muñeca Mariquita Pérez o un balón reglamentario.

Puestos a seguir pidiendo cosas para los demás, querría que el clima político, y a la postre social, cambie su rumbo

Adivinarán que he traído este ejemplo porque hoy por la noche muchos niños y muchos de los que ya dejaron de serlo pondrán sus zapatos a la espera de que durante la noche los Magos de Oriente dejen muchas de las cosas que les solicitaron en sus cartas.

Como la publicación de este articulo coincide en este día con su noche mágica he pensado que si lo leen sus Majestades podrían darme alguna alegría.

Para empezar, y espero que no sea mucho pedir, mi lista de deseos comienza por la salud. Lo que más deseo es que esta pandemia que ya lleva entre nosotros casi dos años, y que a segado muchas vidas y truncado muchos proyectos, sea definitivamente erradicada por nuestros científicos e investigadores. 

Puestos a seguir pidiendo cosas para los demás, querría que el clima político, y a la postre social, cambie su rumbo, y los acuerdos y la concordia en la búsqueda del interés general ocupen espacio prioritario en la agenda de los que hoy tiene la responsabilidad de gobernar o la de fiscalizar ese trabajo.
La tercera de mis peticiones, y no por ello de menor importancia que las anteriores, guarda relación directa con el futuro de mi país, de España. Me gustaría que los más jóvenes encuentren aquí sus oportunidades, unos trabajos dignos que les permitan comenzar sus proyectos de vida y con ello garantizar que nuestras ciudades y pueblos no sigan perdiendo habitantes, su forma de vida y tradiciones. 
Mis deseos son una carta a tiempo, la leerán aquí los Reyes Magos y seguramente intentarán complacerme, porque estarán también en las peticiones de millones de personas. Pero para que se conviertan en realidad hará falta mucho más que su magia, será imprescindible que cada uno de nosotros pongamos algo de nuestra parte. Felices Reyes y feliz 2022.

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