Opinión

El tren

Desde niño tuve ocasión de conocer el ambiente de las estaciones y los viajes en tren. No miento si les digo que mi percepción es que hoy, 45 años después, los servicios ferroviarios en Lugo son de peor calidad.

Vengo de una reunión celebrada en la estación de Monforte, mi antigua casa, donde con compañeros de mi partido he manifestado nuestra gran preocupación por el deterioro rápido e imparable de los servicios ferroviarios convencionales en nuestra provincia. Siendo una asignatura pendiente de todos los gobiernos, no es menos cierto que solo cuando gobernamos nosotros se han introducido mejoras en este servicio. Solo recordar que nosotros duplicamos las conexiones con Madrid, disponiendo en la actualidad de 4. Pero queda mucho por hacer. 

La lista de incidencias en los últimos meses es larga y variada. Retrasos, caídas de piedras o árboles sobre las vías, traslados de viajeros en autobús por cortes en las vías, roturas en la catenaria, maquinas con más de 35 años que dicen basta y se niegan a seguir su camino dejando tirados a cientos de viajeros que ven como se les abandona sin información y sin alternativas de traslado durante horas...

No desmantelen infraestructuras que a día de hoy prestan servicios a miles de usuarios que a diario se desplazan desde muchos pueblos de la provincia hasta Lugo

A estas situaciones se han sumado recientemente la eliminación de la venta presencial de billetes en tres estaciones de nuestra provincia, que se suman a otras mucha en España. La alternativa dicen que es la compra de billetes en maquinas expendedoras que, o no funcionan, o todavía no se han instalado.

Hasta aquí una breve reseña de lo que acontece a diario con el ferrocarril convencional. Para que esto pase desapercibido se habla de los plazos de la llegada del Ave a Galicia y se polemiza con las posibles fechas. El humo que oculta la otra cara del tren, el convencional, que podría utilizar una parte importante de la población si tuviera un servicio digno de los tiempos que vivimos.

Para el desarrollo de los territorios, y así lo han entendido desde hace muchos años en otros países, la apuesta por un servicio ferroviario convencional es una de las claves para evitar el vaciado de muchos de nuestros pueblos y lograr su desarrollo. 

Es más importante contar con un numero suficiente de frecuencias a lo largo del día para poder trasladarse entre Lugo y A Coruña o entre nuestra capital y Monforte y Ourense, que contar con estaciones intermodales que nada útil van a aportar a los escasos viajeros que cada día utilizan el tren. 

Hago nuevamente una llamada a la responsabilidad de los que tienen en sus manos la toma de decisiones para que vuelquen sus esfuerzos en empezar la casa por los cimientos. Que primero consigan frenar la sangría del deterior de nuestros trenes y servicios ferroviarios en Lugo y aumenten el numero de trenes, es decir de opciones de poder subirse a uno. Así lo hicimos cuando tuvimos el Gobierno de la nación incrementando las frecuencias con Madrid. Después podrán pensar en la necesidad de planificar nuevas estaciones, cuando haya viajeros. Y por favor, mientras ese día lejano no llega, no desmantelen infraestructuras que a día de hoy prestan servicios a miles de usuarios que a diario se desplazan desde muchos pueblos de la provincia hasta Lugo. No desmantelen su estación de autobuses. No contribuyan también a deteriorar otro servicio básico en nuestras comunicaciones.

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