Opinión

Rockefeller, Monchito y Macario

Numerito postindultos de Moreno y sus muñecos. Tragicomedia separatista de la 'spanish movie' sanchista 
Aragonés se inclina ante Sánchez. R. RUBIO (EUROPA PRESS)
photo_camera Aragonés se inclina ante Sánchez. R. RUBIO (EUROPA PRESS)

Y ENTONCES llegó José Luis Moreno y se sumó a la fiesta de los indultos. Se diría que su detención fue mucho más que un indulto mediático a la Moncloa. Quizás una amnistía general que debió caer como un alivio liberador en la sala de máquinas y propaganda, donde no sabían cómo detener la ventriloquía variada que descargaba verborrea de ácidas críticas sobre Sánchez por su cesión al chantaje independentista. Al muñeco de la concordia ya no le creen ni sus socios cuando, como un ventrílocuo tachado de Pinocho, aseguró solemnemente en el Congreso que ''nunca jamás habrá un referéndum de autodeterminación''. Y es la cosa que el Rufián separatista le recordó que también había dicho nunca jamás a los indultos, y a la vista están. Eso cayó en el hemiciclo como aquel movimiento del muñeco Rockefeller que Moreno bordaba con su movimiento sexual de pelvis: ''Toma, Moreno'', le vino decir con toda chulería Gabriel Rockefeller a Pedro Sánchez, quien se esforzaba por aparentar una inquebrantable firmeza constitucional mientras sus socios separatistas le exigen amnistía, referéndum pactado y autodeterminación para mantenerle en la Moncloa.

La semana siguiente a la medida de gracia por la que fueron excarcelados los presos del procés comenzó con la foto de la Moncloa. Por seguir con la jerga de José Luis Moreno, asistimos al posado de Monchito Aragonés con Pedro Sánchez. Monchito, otro de los muñecos estrella de Moreno, le enumeraba sus exigencias de cara a la mesa de diálogo mientras la portavoz ventrílocua Montero negaba que hubieran hablado de lo que nos ocupa, incluida la condonación de 5,4 millones exigidos por el Tribunal de Cuentas. La pregunta es: ¿Qué sentido tiene entonces esa mesa de la concordia y la utilidad pública si no se va a hablar de lo que pide el secesionismo? ¿Para qué esa mesa de figuración con los socios de Sánchez si no es para ganar dos años en la Moncloa? ¿Teniendo en cuenta la afición a la mentira del sanchismo, no será que lo que está sobre la mesa es otro engaño más que, según Zapatero, sería blanquear de forma imaginativa bajo referéndum consultivo no vinculante aquellos artículos del Estatut que el TC declaró inconstitucionales?

Las preguntas y dudas dado el incumplimiento sistemático de promesas y palabras por parte de Sánchez causan desasosiego democrático y alarmante desconfianza social, según reflejan los sondeos. Todo suena a refundación del sistema, lo que la quimera de la coleta acuñó como cambio de régimen. Es decir, la liquidación de la concordia y convivencia del 78 con la que la Transición alumbró la Constitución, que es precisamente todo lo contrario de lo que Sánchez usa como justificación de los indultos. El objetivo no deja de ser un estado federal que blinde nuevas mayorías de gobernanza, lo que implica la catalanización de la política española con ayuda del separatismo abertzale vasco. Muchos piensan que en realidad asistimos a una colonización catalanista que pasa por poblar con nombramientos próximos al PSC empresas determinantes en el ámbito de influencia económica y política. Cuando Sánchez dijo en el Congreso que la concesión de los indultos se toma ''en beneficio de los catalanes y catalanas'' no sólo está ignorando al resto de españoles, sino que está asumiendo el lenguaje separatista y ninguneando a la mitad de la población de Cataluña que no es secesionista. 

Todo parece la continuación de la operación Illa maravilla, que consiste en que un tripartito social-republicano-separatista gobierne Cataluña y por extensión España, lo cual se parece mucho a lo que ahora tenemos. Se trata de reproducir el esquema Maragall que nos trajo estos lodos tras la cesión de ZP con el Estatut. Se busca ahora una segunda entrega refundacionista tras el levantamiento conjunto de la moción contra el Gobierno del PP que recurrió el estatut. España transcurre, pues, entre el relato oficial proseparatista, el engaño masivo de las pensiones para 11 millones de ciudadanos condenados por Sánchez a cobrar menos o trabajar más y posterior bandazo de rectificación, el olvido de los 130.000 muertos reales por covid y la detención de José Luis Moreno. Y en tanto la Policía y la Justicia investigan el grado de implicación del showman en turbias tentativas de presunto blanqueo, es imposible olvidar aquel papel de mafioso que el productor, empresario y humorista hizo en ‘Torrente 2: Misión en Marbella’. Después de Gil y Ruiz Mateos, la verdad es que en la fauna política española hay una hemorragia de ventrílocuos (y ventrílocuas) que malean la democracia. Ahí tenemos, sin ir más lejos, a Junqueras y Puigdemont, que se disputan el rol de Macario, el tercer muñeco en el show de José Luis Moreno. Lo mismo que Rockefeller era desafiante, ordinario y chulesco, y Monchito un prodigio de pijerío descarado y burguesía infantil, el muñeco Macario Junqueras Puigdemont se asemeja a ese provincianismo paleto ajeno a la realidad democrática de su entorno. Ahora sólo falta que entren en escena Mari Carmen y sus muñecos. Ahí debemos tener en cuenta a Doña Rogelia, la anciana cascarrabias, gruñona e incorrecta que tanto recuerda a una miembro o miembra de este Gobierno, sobre todo con sus arrebatos femitrans guerracivilistas...

Puente a Mallorca

LOS MÁS MAYORES se acordarán de aquella canción de Los Mismos titulada Puente a Mallorca, cuyo estribillo pegadizo decía algo así como ''será maravilloso viajar hasta Mallorca…''. Pues bien, los jóvenes menores confinados en el régimen mallorquín de Francina Armengol viajaron a Mallorca y los encerraron en un hotel preventivo ante el macrobrote de covid. Si bien primero nos encontramos una negligencia juvenil intolerable en pleno riesgo de pandemia, después hemos asistido al desgobierno que dejó el mando único no legislando el post-covid. La Justicia anuló el confinamiento forzoso de los jóvenes no infectados dejando en muy mal lugar al Gobierno multicolor socialista de Baleares. Una consecuencia más del desentendimiento de Sánchez cargando la responsabilidad a las autonomías que le correspondía a él para evitar así el desgaste político de una mala gestión de la pandemia. Al final de la escapada, un barco fletado por el Gobierno balear devolvió a la Península a más de 200 menores limitados de movilidad tras la indignación familiar general.

El cantonazo

COMO UN DEDAZO ha sentado a la oposición madrileña la designación de Toni Cantó como director de la Oficina del Español de Madrid, una especie de Instituto Cervantes autonómico que a través del idioma promocionará las excelencias culturales, turísticas y económicas de la comunidad madrileña. Cantó, al que le han desempolvado la hemeroteca de sus ataques al PP recordándole su pasado como azote naranja, dependerá de la lucense Marta Rivera de la Cruz, consejera de Cultura, Turismo y Deporte. En los medios y las redes en las que a menudo triunfa Toni Cantó le han despellejado. En cambio, otros reparan más en los cientos de asesores del Gobierno del PSOE y Podemos y los chiringuitos socialcomunistas y separatistas. Parece que el doble rasero es congénito a la política. Lo cierto es que Ayuso cuenta con sólo nueve consejerías frente a las trece que había antes de las elecciones de Madrid y los 23 ministerios de Sánchez. Cantó podría volver a Valencia en las próximas elecciones autonómicas en las listas populares.