EN EL PSOE buscan un liderazgo sólido reagrupando bajo Susana Díaz a viejos dirigentes socialistas como González, Guerra, Zapatero o Rubalcaba. La presentación de la candidatura de la lideresa andaluza el domingo en Madrid fue la verdadera prueba de toque del Partido Socialista de cara a la unidad. A Pedro Sánchez le quieren segar la hierba bajo los pies como en aquel memorable y traumático comité federal en el que lo obligaron a dimitir. Y esta exaltación del susanismo como heredero del felipismo y del zapaterismo ganadores es la réplica al avance de Podemos y la hegemonía del PP. Pero para frenar a Sánchez, y evitar así la vuelta a las andadas del bloqueo y del «no es no», Susana ha movilizado al aparato y ha activado el control del gasto. La gestora ha puesto coto a la financiación del exsecretario general mediante crowdfunding por donación de particulares. En Ferraz se tiene la impresión «de que el Tribunal de Cuentas puede preguntar por las aportaciones de personas con intereses ajenos al PSOE». Y se preguntan: «¿Quiénes y qué intereses financian el sanchismo que significa volver atrás?».
