Opinión

Diario de cuarentena: la minimización

Despunta el día de forma intermitente, entre tormentas de truenos y un mañanero arco iris de luz y sol. En el diario de cuarentena se dibujan colores de esperanza: las cifras de muertes van bajando y el desconfinamiento ya tiene alguna fecha en el calendario, al menos para niños. En la memoria semanal de la pandemia debemos escribir con preocupación los números del último informe del Banco de España, que prevé un desplome del PIB de entre el 7 y el 13 por ciento en función de la duración del estado de alarma, según dure de 8 a 12 semanas. La pobreza se abre paso junto al virus en la epidemia mortal del contagio, pues el déficit público cerrará 2020 entre el 7 y 11 por ciento del PIB (2,6 en 2019), mientras que la deuda pública se elevará por encima del 110 por ciento. Las generaciones del presente y del futuro pagarán la factura del coronavirus mientras la música oficial nos invita a resistir desde el aplauso sin precisar cuántas muertes, paro y recesión se hubieran evitado si el Gobierno hubiera actuado antes con una gestión más eficaz.

Minimizar es otro verbo conjugado por Moncloa en el lenguaje oficial de cuarentena. La Guardia Civil no miente cuando todo un general explica leyendo del papel que la Benemérita 'trabaja para minimizar el clima contrario a la gestión de la crisis por parte del Gobierno'. No, no miente: sólo cumple órdenes. No es un 'bulo' ideado por un trol o un programa bot desde el Estado uniformado contra el régimen de Moncloa. Tampoco es un 'lapsus', palabra mínima del aparato de propaganda que niega sistemáticamente la verdad objetiva para instaurar la mentira oficial, como si esta democracia regresara a los tiempos del desenterrado. En democracia, la mordaza siempre se vuelve contra quien secuestra las libertades. Y la economía siempre castiga a los que quieren compartir la responsabilidad de la ruina después de haber contribuido a ella.

Tras dos semanas sin verla, he preguntado al barrio si mi vecina guapi se había contagiado. Pero fue lanzar al aire de los balcones mi justificada preocupación, y ella misma se asomó rauda y veloz a la ventana pública para desmentir entre bostezos de siesta y fatalidad de Marlene Dietrich tal propagación fake sobre su bella persona. En mi calle todos estamos muy sensibilizados con las palabras del General Santiago de la Guardia Civil: cualquier cosa para evitar el bulo crítico contra el Gobierno, no siendo que Marlaska nos minimice desde su concepto de ‘lapsus’ sabiendo como sabemos que el ministro monitoriza la libertad de prensa y expresión según certificó el CIS como si fuera un vestigio franquista.

A Sánchez y su socio Iglesias se les ha minimizado el jardín de las delicias en el que han convertido su gestión del Covid. Gestión en diferido hecha a base de aplausos, bulos y propaganda. Moncloa ha tenido que tragar con la Comisión parlamentaria de Reconstrucción de Casado porque ahora necesita al PP desde la debilidad de la coalición formada con malas compañías que rechazan en la UE. Nada como la verdad tozuda en tiempos de cólera política y en tiempos del coronavirus.

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