Opinión

'Be water, my friend'

Capacidad del agua para adaptarse al recipiente de la política. "Sé agua, mi amigo", dice la filosofía del kung fu

A FEIJÓO y Ayuso se les ve la mar de a gusto juntos. Hay química política entre ellos. Y eso se nota. ¡Que tienen sintonía!, vamos, y parece sincera. Que se les percibe en posados fotográficos e imágenes de televisión más conectados que el móvil de Sánchez con Pegasus. En los recientes tiempos cainitas, cuando Casado y Egea aparecían con la presidenta madrileña, se adivinaba que la sonrisa era forzada porque había un rechazo evidente y recíproco que terminó con Feijóo en Madrid poniendo orden, cordura y madurez en la sede genovesa que ya no se alquila ni se vende. Por eso digo que Alberto e Isabel no necesitan fingir porque su conexión fluye, porque se amoldan a la necesidad que el uno tiene del otro, porque se adaptan al momento que España necesita para forjar una alternativa fuerte capaz de derrotar al sanchismo con argumentos y no con insultos, tal y como comprometió Feijóo tras decidir su salto al liderazgo del PP. "Be water, my friend", dijo en su célebre frase Bruce Lee. Y en política, si quieres sobrevivir tienes que ser agua y amoldarte a las circunstancias, a la situación, al momento preciso y concreto. 

Eso lo hace muy bien Pedro Sánchez que, de tanto adaptarse a la taza, la botella o la tetera referidas por la estrella del cine y del kung fu en su blanco y negro filosófico, ha perdido toda capacidad de sorprender a los españoles.

El "Be water, my friend" de Sánchez ha terminado siendo un "si, bwana" a sus socios, de ahí que el presidente del Gobierno trate de invertir el sentido de su sumisión declarando al mundo que él también ha sido espiado con Pegasus, que por su condición de estadista mundial no iba a ser menos que Macron, Johnson o los ‘indepe’, como los autodenominó Rufián. Así que Sánchez ha vaciado su mente, y no tiene más forma ni figura que la que le interesa en cada instante, lo cual muchos entienden como falsedad política y otros interpretan directamente como un plagio a la española de Bruce Lee. "Sé agua, mi amigo", y Sánchez es el agua sin cuerpo que se moja por el poder en el independentismo rupturista de ERC y Bildu o el populismo comunista de Podemos. "Be water, my friend": en el Falcon, con el móvil, el Pegasus o el Barreiros.

Sin embargo, Feijóo y Ayuso tienen aún crédito y credibilidad para ser agua y adaptarse a las circunstancias y necesidades de esta España nuestra. Ahora toca armonía y entendimiento, buen rollo pepero después de tanta deslealtad y desencuentro, un esfuerzo de rigor, seriedad e ideas con las que seducir a los españoles en las urnas para golpear después como un maremoto electoral.

A Feijóo y Ayuso los vimos en esa foto de boda primaveral: él con traje oscuro y corbata sobria para asistir a la recepción de la comunidad de Madrid; ella con ese traje fucsia de una pieza, rosa intenso tirando a buen vino de Burdeos para la ocasión desafrancesada del 2 de mayo. La foto del nuevo PP tiene otra pareja de baile para Isabel, Juanma Moreno, que acompañó a Feijóo y Ayuso en la casa de Bertín Osborne a mesa puesta, con aceite de oliva andaluz para digerir el menú electoral en plena feria sevillana tanto de abril como de mayo. Alberto e Isabel se dieron un baño de masas en la fiesta de Madrid, y a él se le veía en modo presidente como si fuera el 25 de julio y no notara la añoranza de Galicia. Y mira que tenían motivos para desconfiar de una jornada festiva que había empezado nada menos que con una rueda de prensa del Gobierno a las 9.30 de la mañana para anunciar el espionaje a Sánchez y Robles, con el suspense propio de una inesperada rebaja de impuestos reclamada por Feijóo y negada por Pedro Sánchez.

El Pegasus presidencial tiene varias interpretaciones acuáticas, por seguir con el "Be water, my friend":

1. El Gobierno quería aguar el protagonismo de Feijóo y Ayuso en el día de la comunidad y de encuestas favorables al PP.

2. Moncloa pretendía y pretende desarmar el victimismo separatista tras el espionaje Pegasus que no es Watergate ni catalán.

3. Sánchez señaló las cabezas de la ministra Robles y de la jefa del CNI por si tuviera que arrojarlas al foso de agua con el que protege su castillo monclovita.

4. Jarrón de agua fría preventivo por si del espionaje se derivaran revelaciones inconvenientes a futuro que pusieran en peligro la credibilidad de Sánchez en cuestiones de Estado tales como la concesión de los indultos o la crisis con Marruecos hasta ceder en la posición histórica del Sáhara.

5. Por si alguien relaciona el viraje del Sáhara con Pegasus y chantaje separatista, ahí queda el anuncio de espionaje en rueda de prensa, lo que convierte al Gobierno español en pionero global.

Con la cumbre de la Otan de junio en España, en plena invasión de Ucrania —dicen fuentes fiables— Pedro Sánchez no se podía arriesgar a una "marcha verde migratoria" sobre Ceuta y Melilla que pusiera en peligro su natural tendencia de estadista y escapista. "Be water, my friend".

Sé agua, amigo mío, que ya vendrán tiempos de sequía y más plagas políticas con las que destruir por completo la credibilidad oficial.

Un mayo preelectoral

La precampaña electoral andaluza está en marcha y las encuestas arden. El PP de Juanma Moreno ganaría las elecciones al PSOE con una ventaja de casi 9 puntos, sin llegar a la mayoría absoluta que alcanzaría con la suma de Vox. Todas las encuestas de ámbito privado son coincidentes con el llamado CIS andaluz, que nada tiene que ver con el socialista Tezanos. El PP lograría 44 escaños, siendo 55 la mayoría necesaria para la investidura y posterior gobernanza.

El candidato del PSOE, Juan Espadas, es la apuesta del sanchismo en el tradicional feudo socialista, pero en Ferraz lo consideran derrotado a priori. En Madrid, Isabel Díaz Ayuso oscila entre los 65 y 66 diputados según los recientes sondeos, lo cual significa que preserva su ventaja y consolida su resultado pese a la crisis del PP que la enfrentó a Casado y el caso del contrato de material sanitario que afecta a su hermano. Este es un mayo preelectoral que llegará a los comicios andaluces del 19-J con ventaja del PP sobre el PSOE. Es decir, el efecto Feijóo funciona.

Secretos oficiales

Las comparecencias de Robles y la directora del CNI, Paz Esteban, en la comisión de secretos han venido a demostrar que en el caso Pegasus hay dos bloques definidos: los que quieren sus cabezas y los que preservan su oficio y profesionalidad. Digamos que los socios de Sánchez han ido claramente a por ellas y que en el Gobierno y el PSOE hay división de opiniones. La seguridad del móvil de Sánchez y de Robles compartida por Defensa, el CNI y Presidencia ha adquirido. una dimensión política desde el momento mismo en que Moncloa revela la existencia del espionaje en un hecho insólito entre las democracias del mundo. Ambas aportaron datos, sobre todo el CNI, que incluye permisos judiciales para la intervención de móviles con Pegasus a quienes alardeaban de repetir delitos por los que fueron condenados. Otra cosa es lo de Sánchez y Robles y su espionaje por fuerzas externas, según The Guardian, Marruecos. ¿Hay causa-efecto entre el espionaje y la decisión sobre el Sáhara? ¿Se puede pactar con quien es espiado por ser una amenaza para el Estado?

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