Papá... ¿por qué somos del Atleti? Seguramente se acordarán de aquella campaña publicitaria de captación de socios del Atlético de Madrid, donde un niño le preguntaba a su padre sobre cuál era el germen de aquella locura que le era desconocida y que consistía, básicamente, en visitar el campo de fútbol cada quince días para ver como veintidós hombres le daban patadas a un balón y como, paralelamente, otros especímenes berreaban desde la grada soltando una suerte de improperios sobre (principalmente y casi en exclusiva) el único actor que vestía de negro y llevaba un silbato en su boca. Aquí, en Lugo, sucedió algo más o menos igual: "vas ir ao rio" frase mítica de amenaza desde la grada (no se conoce caso alguno que finalmente acabase con el amenazante chapuzón), aunque a veces la dimensión global que alcanza el fútbol moderno nos haga pensar que solo exista desde aquella calurosa tarde de 2012.
Siendo un niño de poco más de cinco años, mi padrino Pepe y mi tío Antonio apuraban la comida familiar de los domingos para llevarme al Ángel Carro en aquellas tardes de horario clásico: las 17 horas, previo paso por algún café mítico donde se hacía la previa: el Moderno, el Regio, el Ancla (crack el Fidel)... acogían el prepartido y un análisis previo que firmaría el mismísimo Maldini y, donde siempre había un buen samaritano que a veces nos bajaba en coche (Neira, qué recuerdos) y otras, en el de San Fernando recorriendo senderos embarrados con vistas a plantaciones de nabizas.
En el coso rojiblanco del Ángel Carro (lo de albivermello no se estilaba y tampoco era ancho) el olor a habano y carajillo rrecendía en el ambiente. En la grada, mucho cemento... una grada montículo del fondo norte dónde había que hacer equilibrios para ubicarse. Una oveja (artífice Cabo) en el sur donde se ubicaban las casetas, la Policía Nacional en bancos de madera destartalados y recuerdos.... muchos recuerdos que me vienen a mi neurona: Alcalde; Ríchard o David (porteros del campo); Bernardo Tapia, precursor del tikitaka; Pedro Tapia (no, no eran hermanos); Marino Peláez (vaya killer de cabeza), Edrosa (Perlita), Eguiguren y Pradera (vaya dupla atacante), Domínguez (no pasa nada!!); Alvite (vaya gol en el año 92); Carolo (qué tolo estaba); Muralla Norte; Grampon (delantero surinamés especialista en campos nevados); Borge, Melo y Pablo Lago (este sí era un triplete); aquel gol de falta directa del Pontevedra que nos privó de un playoff; lágrimas (del descenso a Tercera y del ascenso a Segunda); Pepe Garalva artífice de juntar en una gestora a un grupo de aficionados cuando el club corría riesgo de desaparecer; Manu (eterno); Fidalgo, Setién (qué decir) ; tardes de frío, lluvia, nieve... multitud de personas que están y otros que ya se fueron... todos parte de esta pequeña gran familia del puzzle de recuerdos que se me vienen ahora mismo a la cabeza y que me recuerdan que ya peino canas... Disfrutemos del momento. Soñemos... que es gratis (por ahora) y que ojalá algún día podamos responderles a nuestros hijos (o sobrinos) sin miedo a equivocarnos el porqué somos del CD Lugo... y no lo negamos. No traten de entenderlo... Forza Lugo!!
