Opinión

Libertad de información

PABLO IGLESIAS volvió la semana pasada a la Universidad y sentó cátedra sobre lo que debe ser el respeto a la libertad de información. Para él ese derecho pasa por denigrar con nombre y apellido a un periodista y en general al resto de los que cubren su actividad política porque su trabajo no le gusta. Dice que tergiversan las noticias que afectan a su formación y que lo hacen con el objetivo de medrar en sus medios. Matar al mensajero es un recurso muy antiguo. En Sarria, una redactora de esta casa lo sabe muy bien por querer informar de la gestión municipal con independencia. Allí también hay quien ve la libertad de información como un problema.

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