NO SÉ CUÁNTAS actualizaciones de clásicos de los ochenta llevamos vistas en estos últimos años, pero todas inciden en lo mismo: se utiliza como base el molde original, y se le añaden capas de ironía y guiños para entendidos. Terminator Génesis quiere abrir un nuevo puesto de salchichas para nuevos clientes con gustos del siglo XXI, pero sin perder a los viejos consumidores, que son los que confiaron en la marca original cuando no se sabía que todo iba a ser un éxito. Captar nuevo público con la misma materia prima con la que se conquistó al de toda la vida. Han pasado treinta años, pero ¿qué más da?
Esto no siempre funciona. Mejor dicho, casi nunca funciona. Lo sabemos nosotros y lo saben ellos. Le han dado mil vueltas al formato. Desde rehacerlo plano por plano hasta reiniciarlo como si fuese la pieza original. Pero van a seguir intentándolo. Terminator Génesis no deja demasiado espacio para el análisis como película autónoma, pero sí como exponente representativo de la retromanía en la que vivimos instalados desde que entramos en los dosmiles. Los dinosaurios de Jurassic Park, los grupos que son cabeza de cartel en los principales festivales de verano, el anuncio permanente de la nueva versión de Star Wars . Simon Reynolds habla de esta nostalgia como una forma de expresar nuestra inmadurez perpetua. Y esto a Hollywood le encanta.
Terminator Génesis se desarrolla en la misma línea temporal que la película original, al tiempo que se introducen personajes y argumentos que proponen un multiverso. Este juego de líneas temporales puede ser efectivo para hacer chistes con el público, pero termina siendo un desbarajuste para componer un relato medianamente coherente a lo largo de cinco películas. Los espectadores de 2025 que organicen visionados de toda la serie Terminator encontrarán demasiados huecos para entender la necesidad de una Sarah Connor como salvadora de la humanidad.
Y en este último dilema se va toda la materia gris de la película. Porque apenas queda rastro ni de la simbología de Skynet como megacorporación opresora, ni de la relación hombre-máquina, ni de la inteligencia artificial tomando conciencia de sí misma. Todos estos elementos, fundamentales para que Terminator se convirtiese en lo que es hoy, quedan en un segundo plano, mientras los guionistas se preocupan por encajar un puzzle con piezas de distintas hechuras.
Título: Terminator Genisys.
Director: Alan Taylor.
Reparto: Emilia Clarke, Arnold Schwarzenegger, Jason Clarke, Jai Courtney, J.K. Simmons, Lee Byung-Hun.
Calificación: 2 / 4
