Blog | El Ojo Público

Dunkerque

Título original: Dunkirk
Director: Christopher Nolan
Reparto: Fionn Whitehead, Mark Rylance, Kenneth Branagh
Calificación: 3/4

LOS ACONTECIMIENTOS ocurridos en las playas de Dunkerque, en mayo de 1940, tiene tantas perspectivas por las que abordar la historia que el cine ha vuelto recurrentemente sobre ellos. Por un lado están los más de 300.000 soldados británicos, holandeses, belgas y franceses acorralados en un arenal, esperando a que la Marina británica les saque de allí. Por otro, la labor de los dos responsables –hasta cierto punto, porque hasta ahora existen demasiadas versiones sobre lo que ocurrió realmente– de que el ejército británico no fuese barrido en los primeros diez días de campaña bélica, y que resistieron los embates del ejército alemán: el ejército francés, que aguantaba fuera del campo de visión de las playas en un combate muy desigual, y la RAF, que mantenía a raya a la Luftwaffe. Hay otro más, y es el del heroísmo ciudadano puramente "british" que, a la primera orden, se calzó su gorra de marinero y cruzó el Paso de Calais en embarcaciones de recreo. Pero Dunkerque fue, por encima de todo, una de las mejores construcciones propagandísticas, que levantó el orgullo de un país deprimido y derrotado por el enemigo en muy poco tiempo.

Esta última parte es la única que ni Christopher Nolan ni Leslie Norman, en 1958, quisieron abordar. Por lo menos no desde la idea de la construcción nacional de una victoria a partir de una derrota. Como le dice el periodista de El hombre que mató a Liberty Valance al protagonista Ramson Stoddard: "Cuando la realidad se convierte en leyenda, imprime la leyenda"; y eso, precisamente, es lo que hace Nolan: amplificar, sin poner en duda, el mito del resistente.

Dunkerque tiene la ambición narrativa de todo el cine de Nolan en la complicación de un relato fragmentado en tres perspectivas con tres líneas temporales diferentes. Lo que ocurre en la playa dura una semana, lo que ocurre en el mar, con los voluntarios en sus barcas, un día, y lo que ocurre en el cielo, con un piloto de la RAF, una hora. Es posible que la pirueta funcione mejor sobre el papel que en su traslación al montaje cinematográfico. Nolan busca un ritmo y una cadencia acompasada en las tres líneas, al mismo tiempo que pretende hacer coincidir el clímax y la intersección de los tres arcos en un punto. Lo que empieza con planos y movimientos de cámara inmersivos, acaba en una superposición de planos anticlimática.

En Dunkerque, como en casi todo lo que hace Nolan, la forma deslumbra por encima del fondo. El estilo oculta la agonía de los soldados y el heroísmo de los ciudadanos.

Comentarios