Opinión

Trump, ¿un loco?

LA LOCURA tiene diagnóstico, pero sigue y seguirá habiendo locos cuerdos y cuerdos locos. Suele frivolizarse atribuyendo delirios a personas cuyas reacciones se desvían del prototipo convencional, y no siempre se adjetiva desde la realidad. Piden al sevillano Luis Rojas Marcos, autoridad mundial de la psiquiatría, residente en Nueva York desde hace muchos años y director de una organización médica con 3.500 facultativos, en seis hospitales y diez cárceles, una explicación psiquiátrica sobre Donald Trump, al que no pocos califican de loco por algunas de sus excentricidades. Respuesta: "No tiene síntomas de enfermedad mental, depresión; no tiene nada", para añadir que, en cuanto a su personalidad, "es impulsivo, no se apoya en el consejo de otros, no escucha, piensa que lo que él cree es lo correcto y es la verdad. Se considera a sí mismo un éxito. Sumas todo eso y ves lo que dice". Lo ves. Una apreciación que no siempre concuerda con la apariencia, pero también es verdad que la envoltura del presidente de los EE.UU. no coincide con la del político al uso, y ello acentúa la divergencia. El tiempo juzgará si es para bien.

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