Opinión

Extravagancia

LA HUIDA de Carles Puigdemont y sus acompañantes a Bélgica entra ya en la categoría de la payasada como cierre a todas las extravagancias que marcaron el 'procés'. Sea cual sea la posición que adopte Bélgica sobre esta curiosa demanda de asilo, será una payasada. La opinión pública mantuvo por los cauces de WhatsApp y las redes una creativa e intensa línea de humor y mofa sobre sus protagonistas. A la vista de los hechos, fue una percepción acertada. El editorial de este lunes de La Vanguardia –Reparar el error: reconstruir– sostenía, con una mirada en la historia, que de tiempo en tiempo suceden hechos como los de octubre de 1934 o los de octubre de 1917 que "forman parte del triste museo catalán de la exageración y la extravagancia". El teatro, el postureo, el ocultismo –el exconseller Rull con su foto de este lunes en el despacho y las láminas de Tintín en la pared–, además de las formas de asamblea de estudiantes de secundaria que mostraron los plenos del Parlament, dejan en payasada ridícula lo que pretendía ser épica.

Frente a la contumaz sequía
En carta enviada a los sacerdotes, el cardenal patriarca de Lisboa, Manuel Clemente, les propuso este lunes la siguiente oración: "Deus do universo, em quem vivemos, nos movemos e existimos, concedei-nos a chuva necessária, para que, ajudados pelos bens da terra, aspiremos com mais confiança aos bens do Céu". Las oraciones y procesiones para implorar a algún santo la lluvia no son raras en Portugal. Hace unas semanas en Bragança pasearon por la sierra en procesión durante dos horas una gran y pesada imagen de la 'Senhora da Serra'. En las previsiones metereológicas estaba ya anunciada lluvia para mañana miércoles en Portugal. No consta en las informaciones de medios portugueses si el patriarca de Lisboa conocía ya previsión del instituto metereológico o, si a pesar de todo, pensó que lo que no estorba, ayuda.

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