Opinión

Belén Esteban y su supravalorada verdad

Todo el mundo estaba pendiente de que pasaba con el huracán Irma a su paso por el Caribe. Pendientes de México y su terremoto de 8 puntos. Todos preocupados por si este 'nuestro' planeta está empezando a devolvernos todo lo que le hemos dado.

Todos menos los del grupo Mediaset, que centran su preocupación desde hace más de una semana en la noticia bomba que iba a dar Belén Esteban este sábado.

Una semana de cuenta atrás para saber que era El Belenazo. Una semana alimentando la curiosidad de la audiencia y al final el Belenazo dichoso ha sido todo un 'fiasco'. Y la Esteban se ha pasado la entrevista entera hablando de la mujer de su ex, como siempre, y es que al parecer se puso en contacto con ella cuando estaba ingresada en un centro de salud mental. Y eso para T5 es la caña y debería paralizar a medio país. Medio país tenía que pensar que la mujer de su ex es una loca al más puro estilo de Kathy Bates en Missery.

Y aunque Belén con su moreno de Benidorn y sus mechas recién puestas, manejando su madrileño de barrio y luciendo sus brillantes, que ella misma se ha pagado con su trabajo, igual que sus vacaciones, nos habló de que es "barriguda" pero que ella se pone bikini igual, haciendo alarde de su empatía con el pueblo. Intentó convencernos como siempre de que ella es la 'que dice la verdad', y que lo que nos contaba era lo que ella había vivido, pero creo que no se ha dado cuenta que esta vez no procedía contar esa verdad de la que ella siempre presume y que desde mi punto de vista está supravalorada.

Yo personalmente como adicta a la tele y revistas del corazón, que fui y que soy, tuve mi momento 'fan' de la Esteban, cuando ella y yo éramos más jóvenes y ella se vendía de plató en plató como una jovencita de barrio de aluvión, que se enamoró del torero listillo que la dejo embarazada de "Andreita". Era la madre coraje que iba cantando todo lo que se podía y lo que no de la familia del torero de Ubrique. Pero pronto Belén fue perdiendo la frescura de su juventud para convertirse en una 'diseñada' princesa del pueblo, diseñada por fuera y por dentro como la prefecta 'Choni'.

Y para ese papel T5 le ha ido diseñando un guión, el guión de su vida. Pasó de madre soltera con tienda de bolsos, subvencionada por el torero, a colaboradora de la tele con problemas con los estupefacientes, que se rehabilitó antes los ojos de media España. Y que para su nueva condición de mujer estupenda y luchadora se puso una nueva cara. Una nueva cara, que ya no comunicaba esa sinceridad, que Belén había vendido. Entonces se le buscó un novio del pueblo, muy del pueblo, porque Belén tiene que seguir vendiéndose como la princesa del Paracuellos. Y ahí sigue agarrada a T5, como colaboradora y madre coraje de una Andreita, que a día de hoy está demostrando tener más cabeza que su madre.

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