Opinión

Alto riesgo

INCENDIOS forestales por una climatología propicia no eran imaginables en Galicia en víspera de Santos y Difuntos. Y ahí está el fuego. Tampoco era imaginable la fiebre independentista, llevada hasta el límite, dentro de una España integrada en Europa, que echó de menos ante la crisis económica, los recortes sociales y la emergencia de los desplazados una mayor profundización en la realidad de la Unión como solución de garantía. En el escenario de estos días de finales de octubre con altas temperaturas y dentro de una sequía polongada la lucha contra los incendios no debería ser cuestión de debates partidistas. No cambiaría el riesgo por un 'quítate tú que me pongo yo'. No son las circunstancias para pronunciar como algo despectivo la esperanza en los "bombeiros celestiais". Serían la mejor cuadrilla. Ojalá llueva y se acabe este alto riesgo de fuego en Galicia. Y ojalá también acabemos por saber algo desde la labor policial o la judicial que logre mandar un poco de luz sobre concentración de incendios en Verín y Viana, año tras año. Sucedía ayer. El azar no vale ni para ahora ni para lo que sucedió a mediados de mes. Si es una, algunas o múltiples las manos que prenden la mecha es tiempo ya de concretar y no continuar con conjeturas. El otro riesgo de estos días, que se carga de más nubarrones y para largo tiempo, es el que avanza por y desde Cataluña. Es la caída por el precipicio o es el conflicto abierto, con todos absolutamente todos los riesgos que lleva implícitos, sin haber calculado las consecuencias ni para quienes lo desataron ni para el conjunto de la ciudadanía. Es cierto que se instrumentalizó la cuestión catalana para obtener ventajas electorales en algunas otras partes de España; es cierto que no hubo por parte de nadie un relato, que construya un imaginario que atraiga, sobre el Estado de las autonomías; es cierto que resucita un nacionalismo uniformista excluyente de la pluralidad de España, y es cierto igualmente que en la realidad actual, con todos los cambios, es un absurdo y un anacronismo crear nuevos estados dentro de Europa.

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