EL DESMARQUE de los sindicatos y algunas expresione de crítica a los mismos y a algunos políticos en la concetración de los tractores de Lugo pudiera ser precipitado entenderlas 1) como ''marea'' -movimiento que supera los cauces de las organizaciones sindicales y partidarias tradicionales-, 2) como acción de la mano alargada del PP, o 3) como expresión de cabreo descontrolado frente unos y otros, también frente a los profesionales sindicales.
Hay fenómenos, y este parece ser uno de ellos, que precisan cierto distanciamiento: esperar a que se aclaren las aguas en medio del lodo de las opiniones e informaciones para saber qué sucedió y sucede realmente.
Pudiera no ser neutra, no ser inocente, la acción de poner a circular el rumor de que detrás del movimiento que superó a las acciones sindicales está la acción del PP. La versión aquí de la conspiración judeomasónica.
Pudiéramos estar ante una de las vías para activar el desmarque. Se siembra la duda. En el supuesto de que fuese así, una estrategia del PP, sería tan legítima como la rentabilidad que buscan partidos y políticos de la oposición con el conflicto. Como es legítima, si es transparente, la relación de un sindicato con el correspondiente partido político hermano.
Todo esto es real. No es neutra en este conflicto la versión-interpretación de que las movilizaciones en varias comunidades autónomas son un pulso de Uniones Agrarias con el Gobierno, de Román Santalla con la ministra Isabel Tejerina. Pero pudiera ser también que lo que ha sucedido y sucede en la concentración de Lugo sea la expresión del hartazgo de los afectados, los ganaderos reales con explotaciones lácteas, por el precio por debajo del coste de producción.
Su único pulso, su único objetivo es resolver el problema que les lleva a salir con los tractores a la calle: el precio que la industria les paga por la leche. Ese es el tema.
