Opinión

Varas de medir y responsabilidad

Probablemente tenga razón Antonio Lobo Xavier, abogado de Cristiano Ronaldo, cuando dice que la acusación de fraude fiscal al jugador es de una "complejidad técnica" de la que no se puede responsabilizar al futbolista. Aunque, seamos coherentes, equivale a aplicar la doctrina de la esposa que en materia de corrupción en la política no se entera de nada: firma pero los asuntos los lleva el marido. De la complejidad técnica para evadir saben los especialistas, la voluntad o el consentimiento para hacerlo no necesita especialización financiera. La vara de medir que vale para no creer a las esposas ciegas en materia fiscal debería aplicarse a la figura pública, aunque sea futbolista del equipo que uno sigue y al que le debe muchas alegrías. Una carga de responsabilidad ciudadana es exigible a una figura que tiene en la imagen un gran recurso económico. Es aplicable, sin puritanismos ni autos de fe, a un deportista que ingresa en un año lo que la mayoría de los aficionados no ganarán en toda su vida. La vara de medir diferente de los medios de comunicación ante los futbolistas con problemas fiscales se muestra primero por un tratamiento discriminatorio en función de colores-afición y simpatías políticas. Roza el infantilismo. Tenemos ejemplos anteriores a Ronaldo, y de color diferente. Y pasa también, en los medios y opinadores, por comportamientos impropios de una mínima profesionalidad y responsabilidad como ciudadanos. Una figura pública, que mueve masas, no está libre de las responsabilidades y obligaciones del común de los ciudadanos. Es que debería ser más cuidadoso en sus deberes que el ciudadano anónimo. Exactamente igual que hay que aplicar la presunción de inocencia para el futbolista o para el político, hay que exigir prudencia en la valoración. Algo que le faltó ayer al presidente de la Liga Profesional.

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