Opinión

Transporte

HAY UN conflicto abierto en el sector del transporte de autobuses con un claro origen económico. Parece una exigencia a un gestor responsable que la Xunta busque rentabilizar el dinero público que en formas diferentes destina al pago o subvención del transporte en autobús. Compartir autobuses escolares y viajeros entra también en la lógica. Y la realidad demográfica del rural gallego exige adecuarse a la misma.

Evaporación
El análisis de la crisis financiera por el Banco de España concluye que no se recuperarán 60.600 millones de dinero público. Se evitó la quiebra de entidades, lo que habría tenido "efectos demoledores" sobre la estabilidad del sistema, la economía real y el empleo. ¿Dónde y cómo se evaporan esos más de sesenta mil millones de dinero público? Habrá responsables de llegar ahí y controladores que garanticen que la costosa operación de salvamento está en precio justo.

Las donaciones
El nuevo presidente de la Sociedad Española de Oncología afrima que las donaciones de Amancio Ortega a la sanidad pública les ha salvado al borde de la catástrofe. Más allá de la situación en la que se encontrasen, bien está que una voz desde dentro hable con cordura. Argumentar, como se hizo, con la defensa de la sanidad pública y decir que son un ataque a la misma las donaciones de Amancio Ortega equivale a rizar el rizo de la demagogia. Vale ya todo, incluso poner fuego al barco en alta mar. Se puede pedir la política fiscal que se estime oportuna y se crea más justa, se puede estar en desacuerdo con el sistema y la política económica en la que estamos, pero de ahí no se puede dar el salto al vacío para llamar al rechazo social a una donación millonaria al sistema de sanidad pública. Además de ser una respuesta grosera, es una imbecilidad.

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