Opinión

Toques de atención

LA ELECCIÓN de estos días de Navidad para una polémica, política o no, garantiza atención ante la ausencia de noticias y titulares. Los dos sectores de Podemos –de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón– se acusan mutuamente de haberla organizado. No fue casualidad. No hubo tregua navideña. El objetivo en las redes en el día de Nochebuena parecía Errejón. Pablo Echenique dijo, ocupando espacio en los informativos del domingo día 25, que era un "toque de atención". ¿Qué paso es el que sigue a un toque de atención ? Se han cargado los argumentos frente a los medios de la casta. 

Destrucción 

No hace ningún favor a Israel ni contribuye a mejorar la imagen internacional del Estado judío la reacción del primer ministro Benjamin Netanyahu ante la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre la ilegalidad de los asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este. Calificarla de "vergonzosa, negligente y destructiva" son adjetivos con probable efecto boomerang. La destrucción y la vergüenza surge de reducir los apoyos internos y externos a los extremismos y al fanatismo. La negligencia es levantar muros de aislamiento que minaron una opinión pública de simpatía, como la que Israel tuvo hace justamente medio siglo. Netanyahu, como todo gobernante israelí, ha de buscar y garantizar la seguridad de su país. Pero la política de asentamientos en Cisjordania o en Jerusalén Este no es una cuestión de seguridad para Israel. Es una concesión a quienes niegan que la paz y el futuro de Israel pasa por la construcción de dos estados, judío y palestino, que se comprometan a no agredirse y a respetar la seguridad del otro. Es una urgencia recuperar la imagen en la opinión pública internacional que pasa por no "avergonzar" a los amigos de Israel.

Comentarios