Opinión

Tiempos nuevos

UNA NOTA "informativa" en la web del Concello de Lugo supuso ayer la retirada temporal de los concejales del PP, que regresaron a la sala. La alcaldesa supo reconducir a cauces de normalidad el incidente. La transparencia informativa ninguna relación guarda con la férrea voluntad de los políticos en convertirse en editores de medios propios, informadores, opinadores y hasta rectificadores/censores del trabajo de los profesionales, como en el caso de Madrid. La información es la pluralidad. Los problemas para seguir o no con las políticas de gestión de la Ora o la grúa son consecuencia de la gestión municipal precedente, no precisamente modélica en este asunto, y del nuevo mapa de representación política, con multiplicación de los grupos, que exige una vuelta a la política de pactos y consensos que marcaron buenos tiempos en la política española.

Sin falsas superioridades

La radio informativa y opinativa de Carlos Alsina —antes por la noche y ahora por la mañana— no se sitúa en las trincheras partidarias. Tampoco habla —con Manuel Jabois incluido— desde poses de falsas superioridades profesionales o éticas. El mal de dar consignas o vomitar argumentarios de partido, como si fuesen razonamientos intelectualmente elaborados para un debate, ha penetrado como una mala hiedra en el panorama audiovisual español. Es la política de prontuario. Ninguna contribución supone en favor de una sociedad más informada y más crítica. Por ello, es una buena noticia que un Ondas haya ido para Carlos Alsina —original su programa de ‘La cultureta’—, otro reconocimiento para el rostro y la voz equilibrada y profesional de Ana Blanco en los telediarios y también otro para el periodismo de vocación y oficio de Javier del Pino en las mañanas de los sábados.

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