Opinión

Tapiar

TAPIAR VENTANAS y puertas avanza como paisaje urbano en la capital lucense, tal como describe Arsenio Coto. Lugo se tapia frente a los okupas como la vía que aparece como más eficaz para librarse de problemas mayores los propietarios de inmuebles vacíos. Los incendios registrados en las últimas semanas en casas vacías, los destrozos o las complicaciones para el desalojo son razones para tapiar. Estas ocupaciones reflejan una situación de marginación, con causas y orígenes diversos, que pide medidas. Y seguridad. 

Final triste

La dimisión obligada de Esperanza Aguirre como concejala y portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid es un final poco épico para quien aspiró a liderar a la derecha hacia La Moncloa, frente a Rajoy. Se envolvía en ropajes de supuesto liberalismo y como abanderada de los "principios populares irrenunciables" frente a un gallego sin dogmas ideológicos. El ropaje supuestamente liberal traslucía la vieja caspa de la España reaccionaria como fondo real. Así se mostró la práctica en Telemadrid, antítesis del pluralismo y de la gestión económica de un medio público. Los principios que defendía con la caverna y el inmovilismo idelógico históricamente son la antítesis del liberalismo y el gran muro frente a la modernización de España. José Antonio Zarzalejos, víctima en la dirección de ABC, ya se explicó en La Vanguardia de este martes: Entre la mentira y la corrupción. El balance real de esta creación mediática madrileña no desmerece nada del caciquismo más provinciano de la España profunda. El liberalismo como doctrina y práctica económica nunca entró ni en Caja Madrid ni en el Canal. Por sus fichajes políticos no parece que fuese su carrera la de cazatalentos. El centroderecha español no debería seguir prisionero o condicionado por el poder desequilibrado de una élite madrileña, que muestra la peor cara de la política.

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