Opinión

Repartos y culpas

EL ALCALDE de Lalín, Rafael Cuíña, perdió este lunes la cuestión de confianza, que siguió a la falta de votos para aprobar los presupuestos en un pleno anterior. Dos datos. La corporación municipal la componen cinco grupos y un no adscrito: PP (10), Compromiso por Lalín (5), partido del alcalde que gobierna con el apoyo de PSOE (3), BNG (1) y Apac (1). Los presupuestos del año llegan a finales de mayo y no se aprueban. Es la política del momento.

Bañarse en el río

¿Qué pasa con las aguas de los ríos para que no sean aconsejables para el baño, incluso en playas fluviales en las que realizaron importantes inversiones? Algunas causas son imputables a malas prácticas medioambientales de particulares y de las administraciones. Algunas también son consecuencia de una mala praxis proteccionista de las administraciones públicas. Una presa de embalsamiento cerrada durante el invierno impide la limpieza natural de los fondos. Los árboles de ribera secan y caen probablemente como consecuencia de los problemas —males— que llevan las aguas. Ciertamente la economía que conduce a la ganadería intensiva, y las prácticas en este tipo de explotaciones, llega a dañar las aguas de los ríos. ¿Hay alternativas razonables? Cuando menos deberían fomentarse. El daño en las aguas de los ríos apunta a un mal medioambiental. Afortunadamente las aguas del río Miño a su paso por la capital lucense reciben la calificación de excelente para el baño. La playa no llegó. Todo lo contrario acontece con las aguas en el área recreativa de Furelos, en Melide, a donde acuden vecinos de toda A Ulloa; con el río Parga, en Guitiriz; Chamoso, en O Corgo; Neira, en Baralla, o con las aguas del río Eume en As Pontes, que cuenta con las alternativas de aguas excelentes en la espléndida playa del lago y la de As Pontes. El agua de un río es un indicador de la salud del entorno que lo rodea.

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