Opinión

Rehabilitar

IMPULSAR LA rehabilitación de viviendas antiguas tiene interés para la actividad económica y de empleo, y tiene, a la espera de la concreción del plan que anunció el presidente de la Xunta, interés para la necesaria mejora de la imagen arquitectónica y urbana de este país. Hay más que corregir que el feísmo del esperpento. Hubo construcción sin norma ni control en el desarrollismo. Ahí sigue. Hubo y hay mal gusto estético. Mientras los barrios antiguos de ciudades y villas continúan hundidos en el abandono, se impuso una falsa modernidad en la construcción, sin personalidad y caótica. Hay que ganar con la rehabilitación esos barrios y esas plazas que fueron perdiendo habitantes, que perdieron vida frente a un expansionismo incontrolado. La paleta de colores es necesaria para acabar con la proliferación de lo chabacano. Y ganar en calidad estética en esas construcciones de urbanismo lineal con la carretera, por ejemplo, es otra. Obsérvense las construcciones de las últimas décadas del pasado siglo en los caminos a Santiago. Piden con urgencia una mano de rehabilitación/dignificación.

Alcoholismo

Hubo y hay demasiada tolerancia hacia el consumo de alcohol por menores. Valga como referencia lo que sucedió en muchas ciudades como Lugo con la explosión del fenómeno del botellón. Para alguna autoridad gubernativa era una forma de diversión de los jóvenes como había ocurrido siempre. Nada había que impedir, vigilar o perseguir. La prohibición de venta de alcohol a menores no se cumple. El primer paso es reconocer el problema como tal, por las familias, autoridades y educadores. Y ver y hacer ver los graves riesgos para la salud y para el futuro personal de esos jóvenes que declaran emborracharse con frecuencia. Las informaciones de la Fundación de la Lucha Contra la Drogadicción son de interés.

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