Opinión

Reformar un mito

LA BBC ES UN referente en todo el mundo. Fue y es una cita permanente a la hora de hablar de los medios de radiotelevisión pública. Hay que añadirle ahora los canales informativos de internet. La BBC fue, según sentencia de The New York Times que recoge Ignacio Peyró en su deliciosa y original ‘Pompa y circunstancia’, "más fiable que cualquier Gobierno inglés, más respetada que la Monarquía y más relevante que la Iglesia de Inglaterra". Está todo dicho ahí de una emisora meticulosa hasta el extremo en la constatación de los hechos, como única forma de respeto a la verdad. De ahí su autoridad dentro y fuera de la Gran Bretaña. George Hills, director de Informativos durante más de dos décadas en la cadena británica, vino a impartir un curso a la TVG cuando esta arrancaba, para dejar simiente de esa filosfía. No parece que a la semilla se la haya abonado. Orwell decía que, bajo los bombardeos, el "lo he oído en la BBC", significaba "sé que debe ser verdad". Fue y es un símbolo de libertad: rojos para la derecha, imperialistas para la izquierda. Acogió incluso en su World Service emisiones de radio en gallego cuando aquí habían decretado que solo era cristiano el castellano. Fue también un instrumento de educación popular, "capaz de dar a las gentes no lo que querían ver y oír, sino lo que debían ver y oír". Más o menos, la filosofía que domina los medios públicos españoles,como podemos constatar cada día. Inclúyase el criterio de profesionalidad e indepedendencia que no implica opción partidaria ni, en un medio público, sometimiento a intereses comerciales. ¿Hay que reformar esto? Del mito a la realidad hay ciertas distancias. La BBC como empresa adquirió lastres e ineficiencias de sector público. En la propuesta de reforma ‘tory’ hay una dimensión profunda. No debería desmontarse ese mito de independencia y calidad que es referencia envidiable y a imitar.

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