Opinión

Radiografía

La enumeración que presentan los socialistas de tareas pendientes en la provincia de Lugo por parte de Fomento es completa. Fomento ni lleva ritmo en las obras que tiene en marcha —como la finalización de la A-54, aunque sea tramos que están fuera de la provincia de Lugo, o en la solución a los problemas de la A-8 en O Fiouco—, ni parece que atienda a algunas demandas que son de auténtica urgencia. Puede decirse que muchas de esas obras pendientes se arrastran en el tiempo con gobiernos de color diferente. Eso no justifica la actuación actual. Puede decirse que dominó el silencio ante el plan europeo de una red ferroviaria de transporte. ¿Dónde está el corredor atlántico? En esa enumeración de infraestructuras, mejoras pendientes y mantenimiento adecuado por Fomento en Lugo, sería oportuno fijar además prioridades. Sería tarea de las instituciones y las fuerzas políticas y sociales de la provincia. Y a esas prioridades darle respuesta con calendario desde Fomento. No se dice nada que no se haya repetido. No es suficiente con activar la reivindicación cuando se aproxima un período electoral, que molesta y legítimamente pretende desgastar al competidor. Pero un plan de exigencias, razonado y acordado, debería tener un seguimiento con permanencia en el tiempo.

El gasóleo más caro

El pasado año se pagó en Galicia el gasóleo más caro de toda España. La situación no ha cambiado con el nuevo año en esa diferencia de precio en las gasolineras gallegas frente a la media española. Cuando los precios de las gasolinas y los gasóleos suben, como sucede ahora mismo, continúa el mayor coste para el consumidor gallego. Hay que recordar una vez más que no se justifica ese diferencial, que castiga a los gallegos, por el céntimo sanitario. Otras comunidades lo aplican y no presentan el sobrecoste del combustible en Galicia. Se explica por la falta real de un mercado libre y en competencia.

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