LOS EXCESOS que puedan cometerse en materia de enseñanza en algunas autonomías no justifica la recentralización de la competencia. Primero, habría que decir que deben ser los historiadores, y no los ideólogos de una u otra tendencia, quienes decidan contenidos de textos. Y, segundo, el centralismo que propugnan algunos en una marcha atrás anticonstitucional.
Una sola causa
Los pasos del Tribunal Supremo para concentrar todas las causas abiertas en relación al proceso independentista en Cataluña eran esperados y hasta deseados por muchos. Al margen de razones jurídicas, se evitarán así cruces de posiciones que al menos ante la opinión pública no concuerdan, y chocan, que transmiten hacia el exterior una imagen como de descoordinación con múltiples frentes actuando, y que hacia dentro y hacia el exterior alimentan el discurso victimista del secesionismo que se declara perseguido por todas las instituciones del Estado. El ejemplo de unos miembros del disuelto gobierno catalán en prisión incondicional y de los miembros de la mesa del Parlament en libertad bajo fianza es una de esas muestras.
Holocausto
El uno de diciembre se inaugura en Madrid una exposición sobre Auschwitz que recorrerá varias ciudades del mundo. Resulta preocupante que la organización y el montaje de la misma en la capital de España reciban amenazas y mensajes antisemitas. La memoria de ese fenómeno único en la historia de la humanidad de destrucción, que así definió Annah Arent, una de sus víctimas que pudo contarlo, el nazismo no puede borrarse. Como tampoco puede borrarse la necesaria memoria viva del holocausto aunque determinadas políticas del Gobierno israelí sean criticables y despreciables.
