Opinión

Prevenir

MENTALIZAR A CONDUCTORES y ciclistas sobre el comportamiento que han de mantener unos y otros en la carretera y, al tiempo, adoptar medidas que garanticen más la seguridad del ciclista, parecen medidas para reducir el alto número de accidentes, que crecen, con los ciclistas como víctimas mortales. Prevenir debe incluir la acción mentalizadora, sancionadora y las obras. El número de practicantes del ciclismo en las vías urbanas y en las carreteras crece tanto como afición deportiva como por la opción de transporte limpio en las ciudades. Los espacios destinados a circular las bicicletas brillan por su ausencia. Se anuncian carriles bici en las ciudades, también en Lugo, pero no se llevan a cabo. Las carreteras, sean locales, provinciales, autonómicas o nacionales, se construyen o se reforman exclusivamente como espacio para los coches. Los arcenes o no existen o se ven reducidos prácticamente a la mínima expresión, como espacio para transitar un peatón con cierta garantía de seguridad. Reclamar carriles bici en las ciudades y en determinados tramos interurbanos por la proximidad y la relación entre núcleos de población en Galicia, forma parte de las medidas de prevención de accidentes. Como el mantenimiento de los arcenes y su potenciación en las vías gallegas interurbanas de proximidad será una forma de prevenir accidentes de ciclistas y de peatones. La carretera habremos de entenderla todos no como un espacio exclusivo para los coches. Y el comportamiento de los automovilistas, que ha mejorado, necesita mentalización y la vía sancionadora, sobre todo cuando en demasiadas ocasiones hay consumo de drogas, alcohol incluido, y huida del lugar del accidente. El Camino de Santiago y el incremento del número de peregrinos sobre dos ruedas merece una atención especial y la adopción de medidas, más allá de señales de tráfico. El carril bici en los tramos gallegos del Camino Francés entraría en las muestras de atención al valor turístico de la ruta jacobea.

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