EN DOS MESES pasa del 17,1% al 21% -crece en cuatro puntos- el porcentaje de encuestados por el CIS que opinan que la situación en España irá a peor. El paro (72,2%) y las cuestiones económicas (27%) suman, a gran distancia sobre la corrupción (37,3%), la mayor preocupación de los ciudadanos. Esa preocupación en forma de pesimismo creciente sobre la evolución de la situación económica puede entenderse fácilmente como que la recuperación que experimenta la macroeconomía no acaba de llegar a amplias capas de la sociedad, de asalariados o no y de quienes salen al mercado laboral en busca de empleo y no ven perspectiva de una mínima dignidad económica. Esta realidad, habrá que recordarlo muchas veces, es un caldo de cultivo propicio para populismos políticos de cualquier signo. Para la inestabilidad.
Hacer pensar
"Violada desde niña, condenada a ser puta y vendida por 300 euros". Es la historia, ciertamente de terror, de Amelia Tiganus, que llegó a España a través de una red de trata. La entrevista que le realizó Sara Vila en Pontevedra consigue el objetivo de "dar un mensaje contra la trata, de hacer pensar".
Sin competencia
Las razones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para multar con 65 millones a Renfe son aplicables a otros muchos sectores en los que la liberalización fue una formalidad o una privatización para amigos. No hubo ni competencia ni beneficio al consumidor. CNMC acusa a Renfe Mercancías, Operadora y a otras empresas por acuerdos restrictivos de la competencia, con los que mantuvieron el statu quo previo a la liberalización. No hay competencia entre sí. Claro que la cuestión se puede trasladar a otros sectores.
